El 3 de enero de 1997 renació Federación

Según destaca el sitio “El Federaense”, a partir de las Termas Federación dejó atrás el anonimato para instalarse en cada rincón de la Argentina como una alternativa válida a la hora de proyectar vacaciones.
La página digital destaca el contexto en el cual se construyó el parque y la eficiencia que demostró el gobierno Municipal de entonces. Una gestión municipal sin dinero como para encarar esa o cualquier otra obra, inmersa en la ola privatista que alentaba el Presidente Menem desde el gobierno nacional.
El gobierno comunal no tenía recursos y luego de un año de incertidumbre, en los cuales se habían caído dos licitaciones que intentaban dar el primer paso para la explotación del recurso, el intendente que sucedió a Cecco, Alcides José Miñones, comenzó estudiado diferentes opciones, apuntando siempre a que sea el municipio el que realice la obra. «Antes de asumir y con el gabinete ya armado, conversamos con el intendente de aquel momento, que era Carlos Cecco, con quien acordamos que la decisión final sobre el parque termal la tomaríamos nosotros luego de asumir el gobierno».
«Desde el primer día de nuestro gobierno comenzamos a charlar con la gente y a buscar asesoramiento, sobre el diseño y construcción de un parque terma. Entre los contactos recuerdo que hablamos varias veces con la gente de la empresa Culzzoni de Santa Fe, la que construye piletas, nos orientaron sobre precios y nos brindaron otras informaciones, pero siempre chocábamos con la falta de plata”.
De regreso de ese viaje desde Concepción del Uruguay, se tomó la decisión de construir el parque termal. Al día siguiente luego de la reunión de gabinete, nos reunieron con el personal que estaba en Obras Públicas, que eran la arquitecta Taborda, Sergio Burna y Ariel Vago, quienes junto al Arquitecto Piselli trabajaban en los bosquejos de lo que podría ser el parque termal. “Allí le comunicamos que haríamos la obra, y que había que definir la cantidad y ubicación de las piletas, ya que llamaríamos a licitación para comenzar a construirlas. En principio todos dudaban y nos miraban con cierto asombro, que creo era lo más lógico ya que apenas teníamos dinero para hacer el llamado a Licitación, habíamos afectado 24.000 pesos que era lo que había».
Se hizo un llamado a licitación por tres piletas, dos de las pasivas, la de hidromasaje y la chiquita para niños. “Como no teníamos plata en el pliego se estableció que el pago sería financiado. Se presentaron varias empresas, resultando ganadora una de la ciudad de Rosario, la que ofrecía una financiación en seis meses», recordó.
Mientras la licitación estaba en marcha, el municipio comenzó a construir con su personal, las bases del edificio que albergaría el acceso al predio, las oficinas, sanitarios, vestuarios, etc. El resto de esta obra sería licitada, siendo construida finalmente por la empresa constructora JK de Jorge Kolln.
El interés y el entusiasmo que el futuro parque termal despertaba, también contagió a gente que llegó a Federación «para conocer», y que terminó invirtiendo su patrimonio en lo que por entonces era apenas un proyecto; «Apenas asumimos -recuerda Miñones-, nos encontramos con gente que no era de Federación, que estaba interesada en invertir, uno de ellos era el Arquitecto Bettistelli, quien propuso la construcción del SPA y del comedor dentro del parque. Se le concesionó la construcción y explotación. “Tanto el SPA como el actual comedor Los Pinos, quedarán finalmente para el Municipio».
Al momento de ponerse a la venta los terrenos para emprendimientos turísticos que rodeaban el lugar, los compradores actuaron rápidamente; «los terrenos comenzaron a venderse rápidamente, los primeros fueron los propietarios del actual Hotel Santa Rita, después compraron los del Apart Hotel Federación, se vendieron los de la zona «B» frente al ingreso, el del Apart Guarumba, Terrazas de la Costa, Irupé, Aires de Vida, Le Village. Las ventas fueron tan rápidas que en pocas semanas ya teníamos la plata para pagar las piletas. Esto nos animó y licitamos las otras dos piletas, con la cuales inauguramos el parque, las construyó la misma empresa”.
“Pero no fue solo el parque termal lo que marcó un quiebre en la historia de la ciudad. Este hecho fue sin dudas el disparador, pero su verdadera dimensión está reflejada en la revolución causada por las construcciones, las que se iniciaron con hoteles y restaurantes, y luego se fueron diversificando en diferentes servicios y negocios inmobiliarias”. Miñones remarcó que así se generaron cientos de puestos de trabajo, en la construcción, en servicios turísticos y hoy en casi todos los rubros. “Nacieron empresas constructoras, inmobiliarias, comercios del rubro construcción, se formaron fuertes empresas turísticas y otras tantas de servicios, la ciudad comenzó una revolucionaria transformación”.

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