Es que, jóvenes estudiantes universitarios autodenominados “Pintatanques”, el 25 de mayo de 2006 escribieron graffitis pacifistas, contrarios al “Monumento Tanque de Guerra” instalado junto a la Ruta provincial 11 por la Municipalidad de Oro Verde. Los estudiantes que integran el grupo artístico «Viento de libertad» pintaron las palabras “Amor”, “Argentina”, “Paz”, “No a la guerra”, y adornaron el tanque de guerra Sherman, importado de los Estados Unidos, con flores, corazones y símbolos de la paz.
Como se observa, un delito incalificable protagonizado por estudiantes que, a juzgar por el accionar policial, tendría otro cariz. Es que, un comando policial emprendió contra ellos a los tiros (6 balazos) para lograr su detención e identificados rápidamente. No se contentaron con esto, los tiraron al piso y los tuvieron así durante dos horas.
Lo más interesante de este episodio es como un hecho tan simple como este es capaz de desnudar y pintar a quienes dirigen las instituciones de esta provincia.
En primer lugar, el concepto de la policía entrerriana acerca del delito. En segundo lugar se podría decir que se trata de la policía alentada por este gobierno bustista…pero, quien denunció a estos jóvenes no es otro que el Intendente de Oro Verde, un radical. Más aún, el juez en cuestión (aunque ha salvado a funcionarios de este gobierno de ser investigados), no proviene de las filas ideológicas del oficialismo y para rematar, la máxima autoridad eclesial no recibe pacifistas imputados por ese “delito”.