El martillo caería el viernes 13 de agosto sobre el inmueble que el Bersa ocupa en la intersección de las calles 25 de Mayo y España, en la ciudad de Gualeguaychú, como consecuencia de un fallo judicial a favor de las tres personas que en su momento fueron despedidas por la entidad.
El episodio sucedió el 5 de noviembre de 1999 desaparecieron 400 mil pesos de debajo de un escritorio. En aquella oportunidad fueron despedidos el gerente, Héctor Esteybar; el subgerente, Edmundo Prince, y el Tesorero, conocido como Chiche Martínez. En ese contexto fue que desapareció el monto de dinero (del escritorio del Tesorero), que la entidad bancaria pudo recuperar luego mediante la póliza de seguro. Hasta la fecha no se pudo lograr esclarecer el robo, pero la Justicia sobreseyó a los tres empleados despedidos.
En el expediente quedó especificado que faltaba personal para atender al público y realizar los controles necesarios y que las cámaras filmadoras no estaban reguladas (fueron normalizadas dos semanas después del hurto).
Se comprobó que hubo un doble sumario del Bersa: uno donde queda sentado que se despide a Esteybar, Prince y Martínez; el otro, donde se realiza una presentación ante la Compañía de Seguros, y mediante la pericia contable se supo que la entidad cubrió la totalidad de la suma desaparecida.
En conclusión, la sucursal que el Bersa tiene en esa ciudad del sur entrerriano, cobró la póliza de seguro y produjo tres despidos. Los damnificados iniciaron sus causas contra el banco planteando básicamente el daño moral que éste les provocó.
Estas tres personas que conformaban la cúpula de la sucursal local del Bersa ganaron la pulseada contra la entidad financiera cuando los respectivos Juzgados donde iniciaron el conflicto legal resolvieron sentencia firme a su favor. En el caso de Esteybar, radicó la causa contra el Banco en el juzgado de Edgardo Stettler; por su parte, Prince hizo lo propio en el juzgado a cargo de Ana Marino. Se calcula que la entidad bancaria deberá disponer de no menos 300 mil pesos para cubrir la demanda de ambos, que incluye honorarios de los abogados y los peritos. Lo cierto es que, hasta el momento, la fecha de subasta está firme, si es que la entidad no encuentra una solución viable para revertir la decisión judicial.
En este sentido, el abogado defensor de Esteybar enfatizó que las consecuencias padecidas por estas tres personas fueron muy graves, debido a que a los tres les costó mucho volver a conseguir trabajo en la ciudad. Por ese motivo cada uno tuvo un destino diferente: Martínez se encuentra actualmente trabajando en Formosa, Prince está radicado en Chajarí y Steybar en Gualeguay.
Romero explicó además que en el caso del ex tesorero de la entidad, la Justicia también dictaminó que no fue culpable en los acontecimientos producidos el 5 de noviembre de 1999.
La Justicia falló a favor de los demandantes. El abogado de Esteybar, Eduardo Romero, decidió trabar embargo sobre el inmueble de 25 de Mayo y España, y el juez Edgardo Stettler hizo lugar a tal pedido.
El propio Romero, al ser consultado por el diario El Día admitió que desde Paraná y Rosario directivos del Bersa se comunicaron telefónicamente con él para intentar convencer a Esteybar de que “baje” sus aspiraciones de cobrar los montos fijados por la Justicia. No hubo arreglo. La cuerda se tensa y los próximos serán días donde quizás vuelvan a insistir desde el banco para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, el abogado sostuvo que tanto él como su defendido “entendemos que se trata de una cifra ínfima para esta institución bancaria. Esperaremos hasta la fecha de remate que el banco deposite el dinero que fijó la decisión judicial. Después de cuatro años es más que justo lo que cobrará Esteybar”.
