Diez ambulancias superan lo requerido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) que estableció como parámetro una ambulancia cada 25.000 habitantes. De acuerdo a ese estándar, se necesitarían siete móviles. Pero la OPS (Organización Panamericana de la Salud) estipula una cada 10.000 habitantes. En consecuencia, Concordia demandaría 17 móviles.
Además cabe acotar que no todos los vehículos están disponibles las 24 horas. A veces la lista de ambulancias comienza a disminuir entre roturas, traslados y otras emergencias hasta llegar a lo sucedido hace casi tres semanas en Benito Legerén cuando el sistema de emergencia se reveló impotente e ineficaz al extremo.
Ese episodio marcó un punto de inflexión. La provincia intervino el servicio y nombró a Cáceres quien también se desempeña como secretario técnico del hospital Masvernat. De inmediato comenzó un relevamiento de los vehículos, de los recursos humanos, de las condiciones laborales y una auditoría administrativa contable.
“Encontramos un servicio con muchas falencias desde lo administrativo, desde lo operativo”, dijo Cáceres y aseveró que las “culpas son compartidas”. Además sostuvo que los problemas vienen desde hace muchos años. Pero sostuvo que se encontró con un grupo de gente con “ganas de trabajar y de revertir la imagen negativa que tiene el servicio”.
En el fondo de la vivienda donde funciona el 107, sobre calle Istilarth, hay siete vehículos de emergencias. Cuatro fueron dados de baja hace años: una Renault Traffic y una Peugeot 504 cubiertas de polvo y una Jeep Gladiator tapada por una enredadera de la misma forma que otra 504 volcada. Y tres más: una Sprinter modelo 2013, pintada con leyendas del hospital de Viale, que necesita una reparación del motor, la Partner de apoyo y la Mercedes con 19 años de antigüedad traída de Paraná. La Peugeot es un vehículo de apoyo liviano que carece de equipamiento para traslado de pacientes complejos. “No tiene la suficiente complejidad como para levantar un traumatizado grave”, dijo. Además carece de espacio para que un enfermero trabaje adecuadamente en la estabilización del paciente.
Con esa escasa planta automotor debe hacer frente a un promedio de entre 350 y 400 llamados diarios. Pero Cáceres separó la paja del trigo y explicó que de ese total unos 30 son “emergencias reales”. El resto son pedidos con urgencias, traslados sociales o traslados comunes que no necesariamente requieren de una ambulancia pero la población de igual forma la demanda por desconocimiento o costumbre. Y eso puede provocar, como de hecho ha sucedido, la imposibilidad de atender en tiempo y en forma verdaderas emergencias. Además se incrementa el desgaste de los vehículos que no reciben el mantenimiento adecuado por las carencias de presupuesto.
De todas formas, Cáceres recató el auxilio del servicio de emergencias de la municipalidad, ubicado en la Asistencia Pública, que se encarga del 70 % de los accidentes en el microcentro. Y de los centros de salud de Benito Legerén, Villa Adela, Osvaldo Magnasco, Villa Zorraquín, Constitución, La Bianca, Colonia Roca que cuentan con vehículos para atender las emergencias en sectores alejados del centro. Además destacó la colaboración de los hospitales Felipe Heras, Ramón Carrillo y Masvernat.
El sistema se centraliza en el 107 donde se recepciona el llamado, se hace un despacho a la ambulancia más próxima al lugar del hecho. No obstante, Cáceres admitió que lo ideal sería contar con un número adecuado de móviles propios para no afectar el trabajo cotidiano de cada efector de salud. Por otra parte, cabe acotar que cuando se requiere la ambulancia del centro de salud o del hospital más cercano no está disponible, debe pedirse ayuda a cualquier lugar de la ciudad. Anteayer un móvil de la ex Asistencia Pública terminó asistiendo a un paciente en calle Entre Ríos al 190, cerca del Heras. Por lo que la tardanza en llegar es mayor. En el Centro de Salud del barrio Constitución aseguran que no es fácil trasladarse hasta el centro por una avenida estrecha, con mucho tráfico y semáforos como avenida Presidente Illía. “Hay gente que se queja porque la ambulancia llegó a los 15 minutos pero te pudo asegurar que si llegó en ese tiempo por Illía fue volando”, dijo la fuente.
No obstante, esas ambulancias, sobre todo en los hospitales, a veces tienen otras tareas que llevar adelante como traslados. En consecuencia, para evitar eso, el interventor dispuso un esquema de cuatro unidades ubicadas en los cuatro puntos cardinales: una en el Heras (sur), otra en el Masvernat (norte), una tercera en la Comisaría 3° (este) y la última en la Comisaría 4° (oeste). Y eventualmente una quinta en el Centro Cívico para el centro.
Pero, para ello, primero debe reparar las tres unidades que están fuera de servicio. Ahora se espera una Fiat Ducato modelo 2015 que en los próximos días saldrá del taller tras el cambio del turbo debido a un desperfecto mecánico. Luego deberán reparar la Sprinter mencionada anteriormente y una Citroën Berlingo con problemas de electrónica. En ambos casos se deberá esperar más tiempo dado que aún falta tramitar los recursos financieros. “Recuperando ese parque automotor podemos devolverle a la ciudadanía el servicio que merece”, dijo Cáceres.
Por ahora están alejados de ese objetivo dado que solo cuentan con la Sprinter. De todas formas, se sabe que la provincia está en tratativas para adquirir 20 ambulancias y esperan que alguna llegue para reforzar el servicio.
Pero cuando se recuperen los vehículos se requerirán más recursos humanos. Actualmente hay cuatro enfermeros para atender seis turnos diarios de cuatro horas. Por ende, no alcanzan y dos turnos son cubiertos por camilleros.
Recarga hospitalaria
Cáceres remarcó que el sistema de salud se divide en tres niveles. Primer nivel de atención o atención primaria: son los centros de salud o salas de primeros auxilios que se ocupan de las acciones para prevenir enfermedades, atienden las patologías más frecuentes y menos graves y tienen una relación directa con la comunidad. Segundo nivel de atención: hospitales generales -con áreas programáticas que atienden pacientes derivados de los “Centros del Primer Nivel de atención” y se ocupan del diagnóstico y del tratamiento de patologías que no pueden ser solucionadas en ese nivel. Tercer nivel de atención: hospitales o centros especializados en donde se tratan patologías más complejas que exigen técnicas de diagnóstico y tratamiento sofisticadas.
En Concordia, el 75 % de las atenciones van hacia el Masvernat. Cáceres dijo que la comunidad tendría que tomar conciencia y consultar primero en los centros de salud más cercanos. Eso evitaría tantos traslados en ambulancia hacia el Masvernat o al Heras. “Tengo registros de llamados de personas con un dolor de muelas a la noche que pretenden que se los traslade en ambulancia a un hospital”, dijo Cáceres quien explicó que un dolor de muelas no es una emergencia sino una “urgencia”. No obstante, la gente prefiere pedir la ambulancia para acercarse hasta el centro asistencial. Quizás por razones atendibles: los centros de salud no atienden de noche, no tienen movilidad, no circulan los colectivos de noche y tampoco cuentan con dinero para un remisse. Pero, si en ese momento surge una verdadera emergencia, se encuentran con la ambulancia ocupada. “Y eso es lo que viene sucediendo”, destacó.
Disponibilidad
Los vehículos del Masvernat deben realizar entre 35 y 50 salidas por día. En tanto, en el Felipe Heras, la directora Graciela Chiappa, indicó que el nosocomio cuenta con dos ambulancias y presta colaboración con el servicio de emergencias. “El problema es que somos un hospital de crónicos y por ahí nos llega una persona infartada o una parturienta. Como no brindamos esos servicios, inmediatamente tenemos que trasladarla al hospital de mayor complejidad que es el Masvernat”, dijo la directora.
No obstante, de los dos móviles, uno fue puesto a disposición en forma exclusiva para el 107 las 24 horas. Además la dirección debió asignar recursos económicos y humanos. Los choferes tienen cursos de primeros auxilios pero ahora tuvieron que sumar camilleros que no tienen la misma capacitación. “Pero bueno se van arreglando”, señaló Chiappa. Uno de las ambulancias es seminueva. Fue entregada hace tres años en la gestión del ex ministro de Salud, Hugo Cettour. La otra es más antigua pero en buen estado de conservación. “Tratamos de mantenerlas en condiciones”, añadió.
Uno de los Centros de Salud a los que se les solicita ayuda es el barrio Constitución. Una fuente del Centro sostuvo que cuenta con una ambulancia, una Mercedes Sprinter, que está bien mantenida. Aunque tienen convenio con el 107 y colaboran permanentemente, la fuente sostuvo que en el área programática del centro viven 10.000 personas. Por lo tanto, la ambulancia esta “a full” dado que no pueden descuidar esa zona. En consecuencia, la obligación primordial es auxiliar a las personas de la zona noroeste y luego, en la medida de lo posible, asistir a los llamados del 107.
En el centro de Salud de La Bianca sucede algo similar. Cuando el móvil, modelo 2011, con el que cuenta la repartición auxilia a algún accidentado por pedido del 107, desde el centro de salud les piden, a su vez, que los cubran para no dejar desguarnecida a la zona de referencia, según explicó una fuente del centro. Además indicó que el móvil cuenta con un GPS por lo que en el 107 saben donde está ubicado en todo momento.
No obstante, la fuente manifestó que muchas veces la ambulancia debe realizar traslado de pacientes al Masvernat o hasta el Heras que está a 7 km de distancia. Una vez al mes debe viajar a Paraná para traer vacunas. O a veces es utilizada para hacer trámites o traer ropa o insumos desde el centro al Centro de Salud. En consecuencia, si bien prestan colaboración, el vehículo no está parado las 24 horas esperando el llamado.
Si hay una emergencia en la zona céntrica, el llamado llega a la ex Asistencia Pública. En ese lugar hay un vehículo disponible para colaborar con el 107 pero también debe realizar tareas atinentes a esa repartición. Y no son pocas. Según la encargada, el vehículo realiza unas 30 salidas promedio por cada uno de los dos turnos de ocho horas que atiende diariamente (a la noche está cerrada).
Entre ellas, se encarga de los traslados programados. Esto significa atender a los pacientes con algún grado de discapacidad que asisten a la pileta del PROMAR ubicada en el mismo predio de la ex Asistencia. O una persona de edad avanzada que necesita ir a un sanatorio para realizar una tomografía o una resonancia magnética. El vehículo llega, levanta el paciente, lo deja y luego debe volver a buscarlo para devolverlo a su domicilio. En total, puede demorar hasta una hora por cada traslado.