EEUU: condenado a cadena perpetua por masacre en cine

El juez de la ciudad estadounidense de Centennial, cerca de Denver, dio a conocer la decisión del jurado, que después de más de seis horas de deliberaciones no pudo llegar a una decisión unánime sobre la pena de muerte. 

El 20 julio de 2012 Holmes entró a una sala de cine y disparó indiscriminadamente contra los espectadores, en un ataque que dejó 12 muertos y 70 heridos, varios de ellos de gravedad. La defensa pidió que sea recluido en una institución psiquiátrica.   

El condenado se mostró inexpresivo al escuchar el dictamen, que pone fin a un proceso de más de 100 días. Se lo vio parado entre sus abogados con las manos en los bolsillos y mirando al suelo.   

La Fiscalía había solicitado la pena de muerte y presentó 165 acusaciones contra Holmes por asesinato, intento de asesinato y posesión de armas y explosivos. 

Hace tres semanas Holmes había sido encontrado culpable de todos los puntos de la acusación. El jurado rechazó además el argumento de la defensa de insanía. Sus abogados aseguraron que sufre de severos problemas mentales y que llevó adelante el ataque en medio de un episodio psicótico.   

Los amigos y familiares de las víctimas sollozaban durante la lectura del veredicto. "A mi no me molesta que no le hayan dado la pena de muerte, pero sé que otros familiares están muy afectados", dijo Sandy Phillips, madre de unas de las víctimas.   

El jueves fueron los argumentos de cierre de ambas partes. "La justicia para Holmes es la muerte", manifestó el fiscal George Brauchler al jurado.   

La abogada de la defensa Tamara Brady habló en tanto en contra de la pena de muerte. "La muerte de una persona con una enfermedad mental no es justicia, más allá de lo grave (que sea el delito)", aseguró, y citó a los siete psiquiatras que dijeron que su cliente sufre de problemas mentales.   

El ex estudiante de neurociencias ingresó en 2012 al cine de Aurora donde se proyectaba una función de medianoche de la película de Batman "The Dark Knight Rises" munido de una máscara de gas y un chaleco antibalas.   

Algunos de los espectadores creyeron que era un fan disfrazado, pero el joven comenzó luego a disparar con una escopeta, un rifle y finalmente con una pistola contra la gente que se encontraba en la sala. La víctima más joven fue una niña de seis años, cuya madre quedó paralítica y perdió un embarazo unos días después de la masacre.   

Holmes, en ese entonces de 24 años, fue detenido en un estacionamiento fuera del cine poco después del ataque. El joven no tenía antecedentes criminales, apenas una multa por una infracción de tránsito.   

El condenado había colocado además varias trampas explosivas en su vivienda antes del ataque, para cuando llegara la policía.   

La masacre de Colorado fue una de las más graves de los últimos años en Estados Unidos y alimentó el debate por el control de armas. El presidente Barack Obama se mostró decepcionado recientemente por no haber podido aprobar leyes que endurezcan la tenencia de armas en el país durante su mandato.  

Cinco meses después de la matanza en Aurora, 27 personas murieron, entre ellas 20 niños, en una escuela primaria en Newtown, Connecticut, donde un joven ingresó a los tiros y luego se suicidó.  

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