A poco más de un mes de las elecciones presidenciales, los despidos, que en un principio golpearon particularmente a sectores como los restaurantes y el ocio, comenzaron a extenderse. Se trata de un factor crucial en términos políticos para la definición de las elecciones del 3 de noviembre, en las que el presidente, Donald Trump, buscará la reelección frente al demócrata Joseph Biden.
Esta semana empresas del sector de las aerolíneas y de las finanzas anunciaron recortes como consecuencia de la aguda contracción de la economía estadounidense, que en el segundo trimestre tuvo una caída de 31,4% sobre igual período del año pasado.
En ese sentido, si bien la cantidad total de despidos bajó en la última semana medida, cifras publicadas ayer muestran que los nuevos pedidos de subsidio por desempleo siguen en un nivel demasiado alto.
Del 20 al 26 de septiembre, 837.000 personas se registraron como desocupadas frente a las 873.000 de la semana precedente.
Las nuevas peticiones semanales de subsidio por desempleo están por encima del nivel que habían alcanzado en las peores semanas de la gran recesión entre 2008-2010.
“Las solicitudes siguen en un nivel alto”, indicó la economista Rubeela Farooqi, de la consultora High Frequency Economics. “Los anuncios de despidos siguen. Aunque se han recuperado empleos, la pérdida de puestos de trabajo sigue”, agregó.
Entretanto, la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, tenía previsto reunirse con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, con el objetivo de acordar un nuevo plan de ayuda como el paquete de 2,2 billones de dólares que el Congreso aprobó en marzo.
Pelosi dijo ser “optimista”, pero admitió que ambas partes aún están “muy lejos” en varios temas y mencionó específicamente la ayuda para los estados y gobiernos locales.
Los demócratas, que controlan la Cámara baja, pretendían ayer votar un paquete por 2,2 billones de dólares, pero la portavoz del Gobierno, Kayleigh McEnany, rechazó esa propuesta y marcó la línea en un proyecto por 1,6 billones, con 250.000 millones para los gobiernos locales y los estados.
“Nancy Pelosi no está siendo seria. Si ella adoptara una postura seria, podríamos tener una discusión”, indicó McEnany.
El paquete de ayuda al principio de la pandemia benefició a los trabajadores con pagos semanales adicionales al seguro de desempleo, pero también a empresas, que a cambio se comprometieron a no efectuar despidos.
American Airlines recibió 5.800 millones de dólares y United Airlines 4.958 millones, a cambio de mantener su plantel hasta septiembre. Con el final de ese mes llegó el anuncio de que despidieron temporalmente a 19.000 y 13.000 trabajadores, respectivamente.
En la carta que anunció a los empleados el cese, el presidente de American Airlines, Doug Parker, explicó a sus empleados que la empresa volverá a contar con ellos si demócratas y republicanos llegan a un acuerdo.
Por otra parte, el gigante Disney anunció el despido de 28.000 empleados de su división de parques de diversiones debido a las restricciones que rigen en California por la pandemia.
La ola de despidos afecta a todos los sectores: la aseguradora AllState advirtió del despido de 3.800 personas, mientras Marathon Petroleum cesó a 2.050 empleados, 12% de su nómina.
El impulso de la apertura de muchos negocios tuvo un efecto limitado en el empleo y la crisis revela el impacto del nuevo coronavirus, más de seis meses después de que se decretaron los primeros confinamientos.
La crisis inducida por la pandemia pulverizó el mercado laboral que pasó de tener un nivel de desempleo de 3,5% en febrero a un 14,7% en abril.
Con el final del confinamiento, las cifras comenzaron a enderezarse paulatinamente y en agosto la tasa de desempleo bajó a 8,4%, un nivel todavía muy elevado.
La situación sanitaria sigue sin estar controlada y en los últimos siete días se han registrado cerca de 300.000 nuevos casos de coronavirus en el país del mundo donde hay más muertos por esta enfermedad, ya cerca de 207.000.
En este contexto, el gasto en consumo personal subió un 1%, pero los ingresos de los hogares cayeron un 2,7%, más de lo previsto por los analistas, según los datos del Departamento de Comercio, que indicó que la expiración de las ayudas oficiales explica esa disminución.