Avelino Siñani nació en la comunidad aymara de Warisata, en La Paz, en 1881. En su infancia no concurrió a la escuela porque por esa época les estaba prohibido a los indígenas asistir a los establecimientos educativos. Política colonizadora, donde la educación era solo para criollos y europeos explotadores de la américa indígena. Pero Avelino nació con la resistencia en su ADN y caminaba 30km para tomar clases con un profesor particular, quien le enseño las primeras letras y las matemáticas. ¡Absolutamente provocador!
Avelino a principios del SXX se dedicó a compartir lo aprendido con los compueblanos de su comunidad y posteriormente con los integrantes de pueblos originarios vecinos. Esto le valió persecución y cárcel por parte de los gobernantes. Pero Avelino no se rindió. En sus recorridos por diversos lugares conoció al maestro Elizardo Pérez, quien fue su compañero para desarrollar la propuesta educativa más revolucionaria para la época y modelo a seguir aún en este avanzado Siglo XXI.
En 1931 fundaron, conjuntamente, la escuela Ayllu, de Warisata, considerada la primera escuela de liberación Indígena del cono sur; el primer y más importante esfuerzo de resistencia a las formas de colonialismo nacional criollo interno, modelo que se repitiera en todo el territorio de esta parte del sur de la américa hispana, donde las élites criollas europeizante diseñaron sistemas educativos discriminantes y disciplinadores, a fin a los intereses del capitalismo dominante en desarrollo.
La escuela de Warisata, abierta el 2 de agosto de 1931 implemento la educación bilingüe aymara-español y una estructura curricular basada en la formación educativo-productiva, con eje en la cultura tradicional y costumbres ancestrales de las comunidades aborígenes del altiplano boliviano.
La resistencia de Avelino, había conseguido ya en 1907, aún con la gran contradicción del gobierno de turno, que se diera un marco legal autorizando a los nativos de los pueblos originarios a asistir a lo que se dio en llamar “escuelas indigenales”. Fue en este marco que Avelino y Elizardo fundaron la escuela de Warisata. Pero la gran diferencia estuvo en el desarrollo de la propuesta curricular, que quedo expresada en la “Declaración de los Principios de la escuela campesina” allí se establecieron los ejes de una educación basada en la “Liberación del indio”. El modelo se enfocaba en construir conocimientos en beneficio de la persona en relación a la comunidad, se enfocaba en el desarrollo de contenidos prácticos de agricultura, artes y artesanías nativas; talleres para la producción de tejidos, en telares, para la realización de alfombras y vestimentas; producción de muebles, alimentos y diversos utensilios de la vida cotidiana que las comunidades realizaban desde tiempos inmemoriales.
Elizado Pérez recuperó el sistema de la antigua Marka, una organización territorial con 22 escuelas seccionales, a la cual asistían los niños para el aprendizaje inicial, coordinada por un docente, luego todos convergían en el edificio central de Warisata, con un internado que permitía el acceso del estudiantado rural a estudios de mayor nivel de profundización, con docentes más calificados.
Este modelo educativo inspiró otras experiencias en Sudamérica, tal el caso de Perú, pero la oposición al modelo de aprendizaje y a la organización propuesta por Avelino y Elizardo, desde el gobierno central criollo, llevo a que la escuela cerrara en 1940.
Un año después fallece Avelino y la experiencia de Warisata queda en la memoria del pueblo boliviano hasta ser recuperado por el Estado Plurinacional, cuando el 20 de diciembre de 2010, bajo la presidencia de Evo Morales Ayma, se sanciona la Ley de Educación “Avelino Siñani- Elizardo Pérez” que en el Título I Inc. 5 señala: “La educación es unitaria, pública, universal, democrática, participativa, comunitaria, descolonizadora y de calidad”. Y en el Inc. 7 expresa “El sistema educativo se fundamenta en una educación abierta, humanista, científica, técnica y tecnológica, productiva, territorial, teórica y práctica, liberadora y revolucionaria, crítica y solidaria” Quedando así plasmado en ley los ideales de Avelino Siñani.
Un indio boliviano, nativo de la comunidad de aymara, primer educador en liberación indígena de estos territorios del lejano sur, debiera ser un personaje de la historia a enseñarse en las escuelas latinoamericanas, y si su ejemplo molesto a las élites será porque aún no se ha logrado la descolonización. ¡Más trabajo y compromiso para la educación entonces!
Lic. Verónica López
Tekoá Cooperativa de Trabajo para la Educación