El eje central del conflicto es salarial: el Gobierno ofertó un piso mínimo salarial de 1.490 pesos (hoy esa cifra está en 1.445 pesos), monto que los sindicatos rechazan por insuficiente. Agmer, el gremio mayoritario, pretende una recomposición sobre el básico y no en base a sumas fijas, y pide una suma próxima a los 500 pesos, diez veces más de lo que está dispuesto a dar el Poder Ejecutivo.
La protesta de los maestros incomodó al Gobierno por su virulencia, y rápidamente se oyeron condenas. El gobernador Sergio Urribarri se preguntó si el único camino que tienen los docentes para reclamar es el paro.
“Los paros y medidas de fuerza, definitivamente, no son el camino. Perjudican a los alumnos. Dañan la economía familiar de los docentes”, dijo.
La referencia no fue azarosa. No bien conoció la decisión de los maestros de aplicar desde hoy un paro de 72 horas, el Gobierno anunció que no se pagarán los días no trabajados, y de ese modo reafirmó la voluntad de no negociar los descuentos que ya hubo en 2008.
La resolución Nº 4.740, de noviembre último, dispuso precisamente remunerar “los días efectivamente trabajados”.
En tanto, a la titular del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar, le pareció “lamentable que en el inicio de clases tengamos 72 horas de paro”.
Se trata, en definitiva, del primer año de la administración del gobernador Urribarri en que las clases no empiezan con normalidad.
En 2008, aún cuando los maestros se mostraron disconformes con la políltica salarial oficial, dieron comienzo el ciclo lectivo sin huelgas tempranas; el conflicto recién apareció en la segunda mitad del año, y concluyó con 20 huelgas.
César Baudino, titular de Agmer, dijo que entre la resolución del congreso, el sábado en Gualeguaychú, y ayer, no hubo ningún contacto con el Gobierno.
“Ni un llamado, en absoluto. Solamente una respuesta negativa: nos hacen responsables a los docentes del fracaso escolar, y no se hacen cargo del fracaso de la política, de la que ellos han sido parte estos años”, observó.
Por lo demás, no olvidó Baudino cuestionar severamente la actitud de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) de acordar con la Nación un piso salarial de 1.490 pesos para todo el país.
“Es un contrasentido teniendo la realidad de 14 provincias que no empiezan las clases por huelgas de los docentes, disconformes con ese piso salarial”, fustigó.
“Por eso, para nosotros es clave que se nacionalice el conflicto. Este problema no es solamente provincial; hay 14 provincias que no comienzan el ciclo, y 5 que tuvieron grandes inconvenites hasta la última semana. Si la Ctera no se pone al frente del conflicto, tendremos que hacerlo provincia por provincia, para darnos fortaleza en esta pelea”, aseveró.
La definición de cómo seguirá el conflicto en Entre Ríos, por lo demás, quedará supeditado un nuevo congreso de Agmer, que sesionará este sábado, probablemente en Paraná. Mientras, los maestros apuestas fuerte a la movilización provincial que habrá el miércoles hacia Paraná.
Una suba del 3,1%
La suba salarial que ahora dio el Gobierno no respetó la pauta nacional, según el dirigente Víctor Hutt, secretario general de la seccional Uruguay de Agmer, y miembro de la comisión del salario del sindicato.
La recomposición ahora otorgada, del 3,1 % (de 1.445 a 1.490 pesos) hubiera sido más importante si aquí se otorgaba la misma suma que la Nación fijó como piso para todo el país, señala.
“El año pasado, por el acuerdo nacional, el piso salarial pasó de 1.040 a 1.290 pesos ( 250 pesos de aumento), pero como en Entre Ríos el inicial era de 1.108 pesos, el Gobierno entrerriano entendió que debía respetar el aumento de 250 pesos y el mínimo se estableció en 1.359 pesos”, indicó.
Y agregó: “En aquel momento, nos dijeron que lo que la provincia tenía por encima del mínimo se seguiría por encima, que no nos podían arrancar nuestra mejora. Pues bien, este año trasladar los 200 pesos de la paritaria nacional significaría sumárselos a los 1.445 pesos que logramos a fines del 2008, y así ofrecer un mínimo de 1.645 pesos, que más allá de ser insuficiente por estar lejos del 25 % que pedimos, hubiera demostrado cierta coherencia en el Gobierno”.
Pero no fue así, analizó Hutt, “sólo sumaron 45 pesos para llegar a 1.490 pesos, una verdadera burla, un 3 % de aumento luego de un año con una inflación del 30 %”.
El titular de la seccional Paraná de Agmer, Roque Santana, dijo que aún cuando los docentes pretendan iniciar el ciclo con normalidad, las condiciones “no están dadas” tanto en infraestructura como en la cobertura de horas.
“Nosotros queremos decir claramente que no está asegurado el inicio del ciclo, más allá del paro, ya que no se ha resuelto el nombrando de los docentes de los bachilleratos para adultos, que en Paraná como mínimo afecta a 1.000 alumnos”, expresó.
Tampoco, dijo, “están autorizadas las creaciones de materias, y consecuentemente el llamado a concursos para cubrir los nuevos espacios curriculares dispuestos a partir de la nueva Ley de Educación. Y no hay tampoco autorización para desdoblar cursos que están superpoblados”.
Esas críticas serán expuestas hoy, durante la concentración a la que convocó Agmer Paraná en la sede sindical de Laprida 139, desde las 10.
Preparan el terreno para ir a la Justicia
Los docentes aprobaron en el congreso de Agmer que se desarrolló el sábado en Gualeguaychú no dejar ningún frente sin cubrir ante la certeza de la aplicación de descuentos salariales por los días de paro.
Una de las vías de acción será la judicial, y para eso ya tienen casi listo el borrador de una presentación ante los tribunales para conseguir frenar, o al menos obligar a dejar sin efecto, la decisión ya casi tomada por el Gobierno al respecto.
Pero ello no podrá ocurrir antes de que se materialicen las quitas, y eso sucederá a fin de mes.
“Con los descuentos para nada se ayuda a solucionar el conflicto, sino que lo profundiza, y lo agrava, y se aleja el Gobierno de la educación y de sus docentes”, dijo el titular de Agmer, César Baudino.
“Vamos a pelear en todos los frentes, también en el judicial”, añadió. “No hay jurisprudencia en la provincia, así que habrá que trabajar mucho”, sentenció.
No hay, de todos modos, antecedentes alentadores. En 2007, la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) acudió a la Justicia para rechazar los descuentos salariales, pero se encontró con un revés.
Un fallo del Juzgado Civil y Comercial Nº 3 rechazó una demanda de inconstitucionalidad y medida cautelar de no innovar. El fallo expresó que “la huelga suspende la relación de trabajo”, avalando así la decisión del Gobierno de descontar los días no trabajados.
Bahl: “La medida es desproporcionada”
El ministro de Gobierno, Adán Bahl, reprochó la envergadura de la medida de fuerza que adoptaron los maestros, y dijo que el estilo de conducción que imprimió César Baudino en Agmer será “rechazado” por toda la sociedad.
El funcionario visitó este fin de semana Victoria, donde participó de la clausura de los carnavales junto al intendente local, César Garcilazo, y la titular del Consejo de Educación, Graciela Bar.
“Lástima que no hay una cámara (de televisión) que me mire la cara. Es una decisión total y absoluta durante toda la gestión de Urribarri, definitivamente se van a pagar los días efectivamente trabajados”, dijo Bahl.
“Es lamentable, porque cuando hicimos la propuesta lo hicimos con toda la información entre manos, y planteamos que estaríamos a la altura todos los dirigentes políticos, sindicales y gremiales de tomar una decisión importante, de tomar esta propuesta del Gobierno. Hacer un compás de espera de uno, dos o tres meses, y volvernos a sentar para discutir nuevamente cuando las condiciones económicas así lo permitieran”, contó.
Luego, calibró el tenor de la protesta, y opinó: “La medida es desproporcionada, porque si lo que querían era demostrar su descontento, con un día hubiese sido suficiente. Lamentablemente, siempre estamos al tope. El año pasado, a pesar de tener uno de los salarios más altos, se tuvieron más cantidad de paros que en el resto del país, superando los 20 días”.
Fuente: El Diario
