La movilización comenzó en el Parque Itchimbía (centro-norte) y llegará a la Plaza Grande, situada frente a la sede gubernamental, donde los ciudadanos permanecerán en vigilia ante los intentos de desestabilización de la derecha.
En horas de la mañana la marcha pasó por la Asamblea Nacional de ese país, donde se realizan los diálogos del Gobierno ecuatoriano con diversos sectores sociales de todo el país para despejar dudas sobre los proyectos de leyes a herencia y plusvalía, y abordar otros temas vitales.
En este sentido, de acuerdo con el corresponsal de teleSUR en Ecuador, Freddy Morales, los campesinos también tienen una propuesta dirigida el presidente Correa para impulsar el desarrollo de la Revolución.
Mientras tanto, miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) se dirigen hacia Quito en una marcha que inició hace 11 días desde el cantón El Pangui, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe (sureste), para luego unirse al paro nacional convocado por sectores de oposición de Ecuador, actos que han sido denunciados como intentos de golpe de Estado por varios sectores del país.
Se prevé que el desplazamiento de esta marcha opositora hacia la Plaza El Arbolito, en Quito, comience en horas del mediodía, por lo que ambas manifestaciones no tendrán contacto y evitarán posibles enfrentamientos.
Ante la realización de esa marcha, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, lamentó que que sectores indígenas sean utilizados como "carne de cañón" de la derecha.
Desde junio la derecha ecuatoriana intenta desestabilizar la nación suramericana con actos violentos en Quito y otras regiones del país. Aun cuando el presidente Rafael Correa insiste en el diálogo y el debate pacífico de temas importantes, la oligarquía se niega a participar en ese debate y continúa con sus llamados desestabilizadores.
En julio, el presidente Correa denunció que la ultra derecha de su país pretendía aplicar un golpe de Estado bajo la excusa de oponerse a los proyectos de ley sobre herencia y plusvalía. En medio de ese contexto, el mandatario ha asegurado que su Gobierno cuenta con un respaldo espontáneo de la ciudadanía y que tiene el 60 por ciento de apoyo popular.
Ante los llamados a paro nacional, diferentes movimientos sociales han mostrado su apoyo constante al Gobierno de Correa y a la Revolución Ciudadana.