El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, consideró ayer que los evasores están en contra de la política de distribución de la riqueza que sostiene el Gobierno.
De esta forma el funcionario ubicó en un contexto social y político la polémica que surgió a partir de la denuncia por evasión contra la empresa Bunge.
Ese accionar del fisco, sobre la supuesta falta de pago del Impuesto a las Ganancias por $1.200 millones, tuvo el respaldo de la presidenta Cristina Fernández desde Alemania.
Además, Echegaray informó que el 30% de las compañías que facturaron más de $100 millones en el período fiscal 2009 –unas quinientas– no declararon ganancias”.
“Esto es preocupante y es hacia allí donde avanzamos con la fiscalización”, dijo el funcionario.
Al participar de una jornada de formación y capacitación sindical en la Confederación General del Trabajo (CGT) Echegaray consideró necesario que el proyecto de compartir utilidades con los trabajadores “se concrete definitivamente” y que “es una miopía rechazarlo”.
Respuesta. Ante una consulta de BAE sobre el comunicado de Bunge, donde la empresa aseguró que los allanamientos y la acusación por evasión eran consecuencia de la negativa a un pago de un anticipo de ganancias, Echegaray respondió: “Los evasores les mienten al fisco, a la sociedad y a los trabajadores”. “Hubo reuniones con varios sectores, incluso en las que participó la gente de Bunge –el 20 de septiembre–; allí su representante ni siquiera levantó la mano para hacer alguna consulta.” Echegaray comentó que en esa ocasión le comentaron al representante de Bunge los números de la facturación de esa compañía, “los cuales, este año, eran muy dispares con respecto a las declaraciones juradas y al pago de Ganancias”.
Bunge señaló el martes que cumple con todas sus obligaciones impositivas, aduaneras y previsionales” y aseguró haber pagado el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
Al respecto Echegaray replicó “que no confundan cuando dicen que pagan la mínima presunta; las empresas y personas físicas cuando realizan alguna actividad de explotación comercial pagan mínima presunta cuando no determinaron Impuesto a las Ganancias”, respondió.
Según se informó ayer, la AFIP está preparando documentación para presentarse como querellante en la causa por presunta evasión en el Juzgado Federal de Río Cuarto, que lleva la causa Bunge.
Sobre la posibilidad de que se disponga la detención de algún directivo de esa empresa, el funcionario respondió: “Ésa es una decisión del Poder Judicial”.
Echegaray recordó también que el Gobierno envió en marzo un proyecto de Ley Penal Tributaria para que el Poder Judicial, a instancias del Ejecutivo, cuente con una herramienta legal para sancionar a los evasores. (Ver nota aparte.)
Seguimiento. El titular de la AFIP, en un momento de su exposición ante los asistentes a la jornada que se cumplió ayer en la CGT, dijo que pueden leerse a los ejecutivos de grandes empresas, en las redes sociales Facebook o Twitter, comentando que tienen excelentes ganancias. “Allí se preguntan ‘¿estamos ganando mucho dinero –comentan–; hacia dónde lo facturamos?’. Eso lo encontramos nosotros y también la Justicia”, relató Echegaray.
Desde ese mismo plano se refirió a una situación particular, hablando en tercera persona: “También le siguen los pasos a Echegaray, con servicios de inteligencia que están dentro de las empresas. Para saber, por ejemplo, lo que declara la administración federal, como también sobre instrucciones a fin de no caer en los controles que plantea la AFIP”.
El funcionario expresó que estos elementos, entre otras tantas pruebas, hacen que el fisco recurra a la Justicia