Mazzarella encabeza su nota diciendo que “el mural que se inaugurará próximamente es una obra que me pertenece como autor y de la cual he sido despojado sin razón y con una falta de ética por parte de autoridades y quines se hacen llamar artistas” en obvia alusión a Musser. El problema es que, ese mural fue pensado y bocetado por Mazzarella pero lo hizo otro, en este caso Musser. El tema entonces, no es solo el dinero que como artista pudo haber ganado Mazzarella y no pudo, porque otro artista, pero funcionario público, lo impidió, sino, el hecho de arrogarse, quien hizo la obra, la interpretación cabal de la subjetividad del autor, es decir de quien la pensó. Mazzarella lo dice así “nunca he tomado la obra de otro para hacerla y promoverme como su constructor y estoy seguro que ningún otro artista verdadero y creativo lo haría”, remata.
En cuanto a las placas que se ven al lado de la obra emplazada en la ex estación norte, Mazzarella señala que dicen, “la obra se realizó con los bocetos de Hugo Mazzarella”, luego aparece Musser y “debajo de este señor (Musser) aparecen los otros sujetos que participaron en realizar una obra que no es de ellos”. Y agrega “no contentos con esto, se cuelga del prestigio de mi obra el prof. Pezzarini diciendo que realizó el guión histórico” ¿ que guión histórico ? se pregunta y arremete “es una vergüenza que insinúe que yo ilustré unas supuestas ideas suyas, cuando realicé mi obra estudiando los libros de informados y verdaderos historiadores de la ciudad de Concordia y cree mi propio ritmo cronológico”.
Para el final dejó una predicción “las generaciones futuras la reconocerán (mural) como un monumento a la violación de los derechos de un autor hijo de Concordia”.
