Duro cuestionamiento desde la CTA a la seguidilla de paros de AGMER

LA NOTA…

Hace ya un tiempo que tengo algo por compartir, algo que seguramente a algunos no les interese, a otros sí, algunos puedan estar de acuerdo y otros no, pero que yo siento la necesidad de decir porque ya se me hace insoportable.
Sucede que el lunes 19 de setiembre mis nietos fueron alegremente a sus respectivas escuelas y al regresar comentaron a sus padres que al día siguiente tenían la mitad de horas de clases porque había “ASAMBLEA”, situación que se viene sosteniendo hace ya mucho tiempo. Y como luego venía el día 21 conocido como “Día del Estudiante” (que en mis tiempos solo festejaban los de secundaria) ¡Ho sorpresa! Se anunció que tampoco había clases los días 22 y 23 con lo que completado con sábado y domingo lo convertía en unas mini vacaciones.
Guardé mi indignación esperando que la cordura alcanzara a los “dirigentes del gremio docente mayoritario (AGMER) “ y se buscara, Congreso mediante, una solución. Pero ete aquí que ya para el sábado 24 a la noche me entero que en la presente semana vamos a vivir la misma historia; hoy tuvieron clases, mañana y pasado no, el jueves es feriado provincial y el viernes con suerte habrá clases nuevamente. Me pregunto: y los chicos Qué?
Siempre les inculqué a mis hijos que así como ellos habían ido a la ESCUELA PÚBLICA lo mismo sucedería con sus hijos, que a la educación pública había que cuidarla y no permitir que todo se vaya “privatizando” hasta llegar al punto que una buena parte de los niños se vean excluidos de la posibilidad de aprender.
Hubo otros tiempos en el que todos salíamos con los docentes a la calle, tiempos en los que luchábamos para que no nos siguieran entregando el país, tiempos en el que los reclamos que se escuchaban tenían que ver no solo con reclamos salariales sino con cuestiones tan fundamentales como poder comer todos los días, millones de argentinos sin trabajo, la desocupación, la desnutrición, la miseria golpeaba a una gran parte de nuestro pueblo. Esos eran tiempos de estar en la calle. Siempre coincidíamos con dirigentes y afiliados que había que luchar para construir “Un País para todos”, pero convengamos que para lograr eso es necesario que nuestros niños y jóvenes puedan aprender porque de lo contrario me pregunto ¿Qué se puede construir desde la ignorancia?
Yo creo no conocer a nadie que esté conforme con su salario, todos creemos que merecemos más y seguramente además tenemos razón, pero yo invito a reflexionar a todo aquel que tenga trabajo estable a que muy honestamente me diga si no está mejor que en el 2000, los invito a mirar a su alrededor y detectar que todavía quedan millones sin trabajo formal, que todavía queda mucho por lograr, pero que un país se lo construye entre todos y todos los días, que hay que rescatar una actitud que nos engrandece como seres humanos y que es la solidaridad. Si millones de argentinos creen que vamos mejor, entre los que se encuentran miles de docentes, porque no pueden deponer esa actitud que ya no refleja ni siquiera a la mayoría y se sientan a acordar cosas positivas para lo más sagrado que un pueblo tiene que son sus niños y jóvenes?
Ojalá esto sirva de algo. ES SOLO UNA REFLEXION.

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