La Dirección Ejecutiva de la UGL Concordia se ve en la obligación de aclarar las acusaciones de que ha sido objeto por parte de los prestadores y algunos empleados.
Los problemas institucionales con el Ipser, que ellos atribuyen a la aplicación de débitos, se generan en forma permanente por las deficiencias en el cumplimiento del contrato por parte de la prestadora. Si alguno de esos débitos aplicados no corresponde Pami lo reconoce y lo reintegra.
La decisión de no contratar con entidades intermediarias no fue tomada a nivel local sino que es una Resolución emanada de la Dirección Ejecutiva de Pami central y que apunta a mejorar la calidad de las prestaciones que reciben nuestros afiliados.
Yo no represento a ninguna gerenciadora. Soy especialista en Auditoria Médica y Garantía de Calidad de la Atención Médica (cuya certificación adjunto), haciendo la aclaración que soy la única profesional que acredita tal especialidad universitaria en toda la región. Como tal realizo tareas de Auditoria Médica para varias Obras Sociales. Esta actividad la realizo fuera de mi horario de trabajo y en nada se relaciona con la Institución.
Algunos empleados están evidentemente molestos por lo que ellos llaman «presión». Los jubilados saben cómo eran atendidos en esta Sucursal de Pami. Lo saben y lo han sufrido en carne propia.
Si «Presión» significa:
1. Exigir cumplimiento horario.
2. Exigir que traten bien a los afiliados.
3. Que realicen los trámites con celeridad.
4. Que no hagan concurrir a los jubilados una y otra vez sin darle ninguna solución.
5. Que den trámite a los Expedientes en tiempo y forma.
6. Que no demoren intencionalmente los Informes.
7. Que no tengan otros trabajos en el horario que deben cumplir en Pami.
8. Que no manipulen a los compañeros para firmar determinadas notas.
Entonces sí, se puede decir que existe presión para que mínimamente las tareas se hagan, los problemas se resuelvan y los afiliados se atiendan.
Lamentablemente, los promotores y difusores de esta nota son dos profesionales que tienen pendiente de resolución una solicitud de despido con justa causa, uno por
abandono de trabajo y el otro por falsear documentación.
Muchos empleados de esta UGL son personas muy valiosas, con vocación de servicio y que realizan su tarea con gran dedicación y esmero. Gracias a ellos salimos adelante.
• Como dice el tango, «la biblia junto al calefón». Los prestadores no juegan limpio. Involucran a los empleados y utilizan ataques personales para mantener un convenio que «es malo, no les conviene, les da pérdidas» pero que por alguna extraña razón, (tal vez los casi $100.000 que cobran en concepto de administración????), no quieren que se les escurra de las manos.
El Pami quiere cambiar y lo está haciendo. El País necesita y avanza hacia un nuevo futuro. Estos personajes que hacen lo imposible para que todo siga igual no nos van a doblegar. Los jubilados conocen la verdad. La opinión pública sacará sus propias conclusiones.