“El tema del consumo de la población habitual que tenemos acá como imputados. Son personas que tienen problemas con el consumo. Incluso vienen muchos padres de chicos que consumen y capaz que les roban a ellos mismos para consumir”, dijo el coordinador. “Es gente que pide ayuda porque su hijo ya empezó en este raid o ven que pueden ir hacia ese lado: que roba para comprar droga, que vende el televisor”, indicó.
No hay estadísticas acerca de cuantas personas detenidas o imputadas tienen problemas de consumo. “Tampoco te lo dicen; algunos te das cuenta y otro si te lo dicen”, manifestó. El perfil de la mayoría de los imputados por la Justicia es de jóvenes de entre 19 y 28 años.
En ese sentido, sostuvo que detrás de muchas peleas entre individuos con armas que terminan en heridos por lesiones de arma de fuego o arma blanca o muertos por las mismas causas, “hay consumo de estupefacientes”. Costa explicó que las personas que están bajo los efectos de alguna sustancia “tiene un mayor desprecio por la vida” o por “la integridad de las personas”. Pero aclaró que el consumo no los vuelve inimputables: “saben lo que hacen”.
Cuando la persona está fue de sí por el consumo, no le interesa ni le importan “las consecuencias de su accionar”. Por ello, el accionar de los delincuentes es imprevisible. El ejemplo es lo que sucedió tanto en el caso de Costen como en el drugstore cerca del hospital Masvernat, cuando un joven fue asaltado y a pesar de no haber resistido, recibió un disparo que le rozó la cabeza. “La persona ya le había dado lo que tenía y después le efectuaron el disparo”, dijo el fiscal.
En general, cuando se exhibe un arma de fuego, el damnificado entrega sus pertenencias y ahí termina el asalto. “Lo usan como una forma de intimidación”, dijo. “En estos casos, esto es una apreciación personal, creo que hay un mayor desprecio por esta situación; el consumo de drogas que hace que la personal le importe menos todo”, añadió Costas.
Para atacar la problemática de las drogas, Costa explicó que la Justicia cuenta con la Ley de Narcomenudeo. Costa indicó que sirve la ley para atacar la venta al por menor: “el kiosco más que nada”. En el año de aplicación de la ley se han llevado a cabo muchos procedimientos. El 9 de mayo pasado, se cumplió un año desde la puesta en marcha de la aplicación de la ley mencionada en la provincia. Según datos de la División de Toxicología de la Policía, se han incautado 43,2 kg de cannabis sativa y 8,7 kg. de cocaína, que se traducen en 3.434 dosis de cannabis sativa y 5.816 dosis de cocaína. Y se detuvieron a 413 personas.
“Se inicia con un estado de sospecha, la policía y las otras fuerzas hacen filmaciones, se sacan fotos, se trata de buscar testigos que nos digan que en ese lugar se vende droga, esto ya es más difícil lo de los testigos. Luego se hace un allanamiento y muchas veces no se encuentra nada porque no se manejan grandes cantidades. Capaz en 10 o 15 minutos se vende todo lo que tiene. Pero muchos allanamientos han dado resultado positivo. Lo que pasa es que también hay una reconversión de estos mismos kioscos”, dijo. Pero se debe apuntar más arriba: hacia la distribución y los proveedores. Costa dijo que se trata de una materia de competencia del juzgado federal.
Asimismo, sostuvo que la ley de adicciones no ayuda demasiado para internarlos en pos de recuperarlos. “No hay lugares adecuados”, dijo. Si bien indicó que se trata de un tema que corresponde a la Defensoría Civil, indicó que no hay muchos establecimientos para recuperarse de adicciones. “Creo que especifico hay un solo lugar, el Juan XXIII. Quizás haya algún otro, pero no hay muchos me parece, aunque es una materia que no conozco”, sostuvo.
Hace una semana exactamente, Mariela Costen y su amiga fueron asaltadas. Luego de darle $ 100, la mujer recibió un balazo que, a la postre, terminó con su vida. Hasta la fecha no hay detenidos. Costa dijo que se está trabajando: “hay cámaras que se están mirando, hay algunos indicios y somos optimistas. Pero hay que trabajar: es muy difícil en estos hechos porque uno de ellos tenía caso y no se le ve la cara; motos hay muchísimas como la usada. Entonces no es sencillo”, dijo.
