El Spark circulaba desde la ciudad de Paraná hacia Buenos Aires, conducido por su propietaria Sabrina, de 26 años, oriunda de La Matanza (provincia de Buenos Aires), quien se durmió por un instante, cruzándose al otro carril. Al pretender retomar hacia su mano habilitada, realizó una maniobra muy brusca para la estabilidad del automóvil, ocasionando el despiste con el consecuente vuelco que dejó el vehículo con las cuatro ruedas hacia el cielo.
La conductora iba acompañada de su primo un menor de 11 años, su tía Eva de 66 años, su hermano Kevin de 21, y otra prima menor de 17 años, quienes resultaron con excoriaciones y contusiones varios a raíz de los golpes dentro del habitáculo, a razón de las múltiples vueltas que diera el vehículo, a excepción de la sexagenaria que sufrió lesiones de carácter graves, al haberse fracturado la clavícula izquierda. Fueron auxiliadas de inmediato por familiares directos, ya que delante de ellos, transitaba otro vehículo donde iban los padres de Sabrina, según informó la Jefatura Departamental de Policía de Gualeguay.
En el lugar trabajó personal de Bomberos Voluntarios en forma conjunta con el personal de Comisaría 1º, sección Quintas, y del hospital San Antonio, quienes trasladaron a las víctimas para su asistencia.
El otro accidente sucedió cuando el chofer de la Kangoo que circulaba en dirección norte-sur, desde Paraná hacia Gualeguay, Fernando de 22 años, tomó la curva a demasiada velocidad sumado a las inclemencias climáticas por la lluvia caída, provocando el despiste de la cinta asfáltica y el posterior vuelco.
El utilitario dio varias vueltas y quedó seriamente dañado desplazado sobre la depresión geográfica de la zona. El conductor fue asistido por el personal sanitario del hospital mencionado, donde se determinó que solo había sufrido algunas excoriaciones y golpes varios pero nada de gravedad.