Dos ofertas se presentaron para refaccionar el hospital Felipe Heras

El acto fue presidido por la jefa del departamento Presupuestario Administrativo de la dirección de Arquitectura, Alicia Benítez de Feltes, y participaron del mismo personal de la dirección de Arquitectura, integrantes de la Asociación Cooperadora del hospital y representantes de las empresas oferentes.
En la planta baja del nosocomio se intervendrá conformando un nuevo ingreso por calle Urquiza, por el cual se accederá aun hall de distribución, en dos áreas: consultorio externo y hogar de día/laborterapia. Se adaptarán espacios disponibles para el funcionamiento de siete consultorios de especialidades referentes a salud mental, con su correspondiente sala de espera, sanitarios públicos y personal y sector administrativo.
En septiembre del año pasado, el director del Felipe Heras, Francisco Martínez, indicaba que desconocía la fecha en que iba a comenzar la obra. En ese momento, en la parte de psiquiatría había problemas con la provisión de agua. “La presión de las canillas es muy poca. Es cierto pero les digo que no estoy en condiciones de hacer una reparación porque dentro de dos o tres meses tengo que romper todo y esa plata la hubiese podido utilizar para otra cosa”, indicó. El titular del nosocomio aseguró que la presión es muy baja debido a que las tuberías de plomo están casi tapadas de sarro.
En cuanto a la importancia del gas natural, en el invierno pasado Martínez daba cuenta de la compra de estufas de cuarzo para combatir el frío pero se quedaban sin energía eléctrica porque se sobrecargó la instalación. En el hospital no hay gas natural a pesar de que el tenido llega a la esquina de Urquiza y Scattini. “Es la misma queja de todos los años porque hay que entender; hay que diferenciar lo que es calefaccionar una habitación normal de una casa de familia de 2 x 3, 3 x 3, 4 x 4 mts. a una sala de internación que tiene varios cientos de metros cuadrados”, consignó Martínez. Se trata de dos salas (varones y mujeres) ubicadas en el segundo piso del hospital que tienen capacidad para veinte camas cada una. “Frazadas no les faltan, tienen dos cada uno y si algún paciente tiene frío pide y tengo más para dar”, indicó.

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