Concordia adhirió al Programa Nacional de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores (PRONACOM). El programa consta de varias etapas. La primera es enviar toda la información acerca de los vehículos secuestrados. En la Nación toman nota y calculan el tiempo que les va a llevar a los camiones compactadores reducirlos a chatarra. En Concordia deberán permanecer de dos a tres semanas recorriendo los tres galpones.
“Va compactando de a un auto por vez. En escasos minutos lo reducen a un rectángulo”, indicó. En el caso de las motos, se prensan siete a la vez para formar otro bloque de reducidas dimensiones similares a los vehículos de cuatro ruedas.
Los cubos de chatarra no quedan en Concordia dado que una grúa los apila dentro de otro camión que se los lleva. Luego de ser comercializados, lo que se recauda sirve para pagar los costos del funcionamiento, que es mínimo dado que el programa es subvencionado por la Nación, y el 70 % de lo restante es destinado a instituciones benéficas como el Hogar Juan XXIII, la Sociedad Protectora de Animales y la Asociación de Padres de chicos que padecen autismo.
Además el municipio dejará de alquilar un galpón, en el peor de los casos, o dos, en el mejor, de los tres que arrienda (en la curva de Garamendy, en la Zona Sur y en calle Carriego) para almacenar las motos y autos secuestrados.
Benedetto dijo que, a la par que evitan que los vehículos almacenados se puedan convertir en foco de contaminación, se termina con el papeleo judicial. En ese sentido, apuntó que pasado los seis meses en que una moto es retenida, el costo de recuperarla, por la multa y el tiempo de estadía, es mayor que comprarla 0 km.
Más adelante, explicó que hay autos y motos en buenas condiciones y por ello se solicitó a la Justicia autorización para que puedan ser utilizados por reparticiones como Tránsito, el Taller Municipal, áreas con sección de notificaciones, Seguridad Ciudadana, etc. Todavía la Justicia no la autorizó pero Benedetto dio por descontado que la repuesta será positiva.
En realidad, hay más de 2.500 vehículos secuestrados pero en el caso del resto, aproximadamente 1.000 más, los propietarios aún tienen plazo legal para recuperarlos. A la par, en los operativos se siguen compactando vehículos. El pasado fin de semana se retiró de la vía pública más de 90 rodados por no cumplir con la reglamentación vigente. Los motivos son circular sin seguro, licencia de conducir y tarjeta verde. Si el conductor no acredita esos tres requisitos, los inspectores pueden requerir la retención del vehículo. Para auxiliarlos, de los operativos participan la policía de Entre Ríos y en ocasiones la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura.
Las multas varían dependiendo, por ejemplo, de que no tengan en ese momento lo solicitado, o directamente que no lo posean en absoluto. El Juzgado de Faltas aplica una sanción en juristas que dependerá directamente de esa situación.
Simultáneamente, en la compactadora puede terminar los autos abandonados en la vía pública. De hecho, fueron los primeros que se compactaron. Benedetto aseguró que se han sacado de la calle varios por pedidos o por intimación de la Central de Tránsito. Si bien se han retirado muchos de la calle, generando focos de contaminación o refugio para personas en situación de calle, aún quedan varios más.