Por ello enviaron a representantes de la empresa, que junto a una escribana y personal técnico se instalaron en una conocida estación de servicio donde presumiblemente se realizaba la estafa (ubicada sobre Ruta 14 a pocos kilómetros del acceso a nuestra ciudad), y filmaron los movimientos de los empleados.
Así descubrieron el desfalco del que eran víctimas desde al menos 4 meses, cuando se comenzó a notar un desfasaje en el combustible de los micros. La cadena delictiva funcionaba así: los choferes llegaban a la estación con un vale por 200 pesos para cargar gas-oil, pero tras un arreglo con dos playeros del lugar, cargaban sólo 120, y los otros 80 iban a bidones que luego revendían a 80 centavos a los mismos empleados de la estación que la comercializaban con otros “clientes”.
Descubierta esta maniobra, se presentaron las pruebas a la Policía, que tras poner en conocimiento al Juzgado de Instrucción número 2, se ordenó la detención de dos choferes oriundos de Buenos Aires, y de dos empleados de la estación de servicio quienes tienen domicilio en Concepción del Uruguay, los cuatro fueron aprehendidos
en la madrugada y quedaron a disposición de la Justicia.