Bukténica aseguró que el problema es “cada vez mayor” ya que ahora no sólo se debe investigar la existencia de un certificado que sostiene un deceso que no sucedió sino que apareció otro “arreglado” en su lugar que fue introducido en la historia clínica. “Se nota a las claras que lo cambiaron porque hay partes que son idénticas y partes que no”, dijo.
Entre ellas, en el certificado de Bukténica hay dos firmas de médicos y en el del fiscal tres; el del abogado tiene un sello del hospital y el otro carece del mismo; el del querellante que hubo reanimación de la bebé y el otro no; el primero que hubo cuatro controles a la madre y el segundo no, etc.
El hecho ocurrió ayer el 5 de noviembre pasado por la madrugada. Una mujer se robó una bebé recién nacida en el nosocomio local. De inmediato intervino la policía logrando la detención de la supuesta autora del hecho que se conducía en un remisse hacia la ciudad de colón. La pena por sustracción de menores va de 5 a 15 años.
Mañana concurrirá a Tribunales el socio legal de Bukténica, Francisco Azcué, con la documentación que obra en su poder para compararla con la que posee el fiscal de la causa, José Arias. Además deben acudir la asesora legal del hospital y dos médicos a reconocer si las firmas que aparecen fueron efectuadas por ellos. En el caso en que sea negativa, se deberá realizar una pericia caligráfica.
Los certificados son diferentes en su conclusión pero las firmas son iguales. El que tiene Arias señala que la bebé nació viva y el que tiene Bukténica afirma lo contrario. Las firmas son iguales. “Acá hay un problemita: sobre una misma persona firmaron dos certificados. Uno dice que está muerto y otro que está vivo”, indicó.
Las hipótesis son dos: los médicos no saben lo que firman dado que rubricaron dos certificados distintos o no han sido refrendados por ellos lo que significaría que alguien usa sus sellos y falsifica sus rúbricas. “La persona que utiliza los sellos es la misma porque firma igual en los dos lados”, acotó el abogado. De hecho, sostiene que en la pericia caligráfica debería poder comprobarse que fue la misma persona la que hizo ambos certificados. “Las personas que hicieron los certificados en gran parte es la misma; la letra es idéntica. Después se empiezan a agregar sellos a poner sellos que no coinciden y se empieza a alterar en algunas partes fundamentales”.
Lo cierto es que la posibilidad de un error entre ambos documentos, bastante grave pero error al fin, al colocarse una cruz en el lugar donde se marca el deceso fue dejada de lado. En ese caso se podría haber atribuido a la gran cantidad de bebés que nacen y que todo fue muy rápido al punto de colocarse una cruz en forma accidental al haberse confundido con otro bebé. “No lo comparto pero podría tener algún tipo de explicación”, dijo. Pero la aparición de otro certificado totalmente diferente cambió todo.