En la Plaza Urquiza se congregaron no menos de 300 personas alrededor de la fuente central. El reloj de sol fue el lugar elegido por los organizadores donde se situó el núcleo del acto. Al costado se sentaron las Madres de Plaza Mayo, quienes se distinguían por sus tradicionales pañuelos blancos. Detrás del monumento a los desaparecidos, se situaron el intendente Juan C. Cresto, el senador Héctor Strassera, el diputado Enrique Cresto, concejales, funcionarios de la intendencia y representantes gremiales.
Al principio se entonaron las estrofas del himno nacional. Posteriormente a la lectura de los nombres de los desaparecidos, las Madres y los Familiares tomaron el micrófono. La lista de oradores se completó con Horacio Maciel, por los ex-detenidos; E. Cresto, en representación de la intendencia; y Juan Ramón Luna (secretario General de los Trabajadores Gastronómicos) por la CGT.
Gran parte de la concurrencia fue aportada por los militantes de la FTV (Federación de Tierra y Vivienda) vestidos con sus chalecos y portando pancartas. Otro grupo lo constituyó una veintena de militantes de la Juventud Peronista, quienes arribaron al acto con velas encendidas y portando una pancarta con una consigna referida a la fecha y la frase “Nunca Más”.
El otro acto
Simultáneamente, en la Plaza 25 de Mayo se hicieron presentes cerca de 300 personas compuestas por representantes de los partidos Humanistas, Socialista y Comunista, integrantes de Agmer y agrupaciones de estudiantes terciarios. También se veían numerosos ciudadanos que habían concurrido por cuenta propia.
También se abrió el acto con la entonación del himno nacional, luego de que arribase una columna de militantes del MTL provenientes de la plaza Sociedad Rural. Posteriormente, subieron al gazebo de la Plaza Marcelo Fischer y Mónica Pérez de Fischer, quienes fueron secuestrados en la Terminal de ómnibus por la policía provincial el 5 de diciembre de 1975. Mónica Pérez remarcó en varias oportunidades que la fecha es importante, porque se produjo antes del golpe de Estado.
Marcelo Fischer organizaba la oposición al oficialismo en el Sindicato de Empleados de Comercio, cuando se produjo su secuestro y posterior tortura mientras era alojado en una vivienda ubicada cerca del balneario de La Toma Vieja de Paraná. “La orden la firmó de puño y letra quien era el gobernador de Entre Ríos en esa época, Don Enrique Tomás Cresto”, señaló Mónica Pérez.
Además, reveló sentirse “mancillada” al saber que una calle de Concordia lleva el nombre del ex-gobernador. Y exhortó a los presentes a averiguar quienes integraban la Triple A en la provincia. “Averigüen que era el Comando Paraná, quienes lo integraban”, dijo.
Posteriormente, se produjo la lectura de un documento elaborado por los organizadores del acto. En el mismo se señalan las consecuencias sociales y económicas del golpe de Estado, y se recalcan la nueva oportunidad para América Latina que surge de los movimientos sociales existentes en toda su geografía. Además, se reservaron un par de párrafos para fustigar a quienes intentaron bautizar con el nombre del intendente de facto, Rafael Tiscornia, al polideportivo; y al intendente Cresto, quien solicitó días pasados sacar los tanques a la calle para combatir la inseguridad y avala un cuerpo denominado Policía Infantil, conducido por el ex-vecinalista Rafael Maciel, a quien tildaron de ex-represor.
