Doronzoro dijo que se ponía muy contento por la decisión y añadió que implica mayor esfuerzo y compromiso. Además, pidió al sector empresario que tome conciencia que respeten las normas vigentes. “Empresarios inescrupulosos que no están a la altura de la circunstancia existieron y van a seguir existiendo”, indicó. “Acá parece que es el Estado y las organizaciones gremiales pero hay alguien, un empresario inescrupuloso, que se arroga el darle trabajo a la gente y en realidad lo que hacen es explotarlo”, sostuvo el gremialista. “Es falta de responsabilidad social de los sectores que violan estas normas”, dijo.
¿La creación de un Ministerio significa que la Dirección no está trabajando como corresponde? “Todo lo contrario”, respondió Doronzoro. “La Dirección funciona y funciona muy bien”, agregó y también sostuvo que los anuncios que hace periódicamente el director de Trabajo, Oscar Balla, se debe a que hay un trabajo por detrás. “Si no se hubiese hecho eso, nunca hubiésemos sabido la realidad que se está viviendo”, dijo.
¿Por qué existen 33.000 trabajadores informales en Concordia si la Dirección de Trabajo funciona bien? Doronzoro no concordó con los datos publicados por DIARIOJUNIO y señaló que no hay un porcentaje alto de trabajadores no registrados. “Si vos te ponés a recorrer, a fuerza de ser sinceros, ¿Dónde están los 33.000 trabajadores… te das cuenta que es un engaño, hoy no están los 33.000 trabajadores. No está trabajando la citricultura, el arándano que tantas denuncias ha tenido, en la actividad nuestra todos los emprendimientos están bajo relación de dependencia”, indicó.
“La construcción es uno de los sectores donde existe mucho trabajo informal”, admitió. “Ves a esos trabajadores que andan deambulando en los hospitales porque no tienen una cobertura”, manifestó. No obstante, sostuvo que vienen trabajando en conjunto con la Dirección Provincial del Trabajo. Además señaló que tanto en la obra pública como en obras privadas como las edificaciones de edificios no existe el trabajo “en negro”.
En cambio, la informalidad predomina en las refacciones particulares de casas. “Si los compañeros pasan un presupuesto y saben que si no lo hace uno, lo va a hacer otro por unos pesos menos”, acotó. “Los hacen por obra por administración (contemplado en la legislación municipal) y buscan la figura del monotributo”, señaló, aunque advirtió sobre la consecuencia de posibles accidentes. Doronzoro sostuvo que se debería legislar para cerrar esa brecha y licitar las obras privadas que involucren un determinado porcentaje de la edificación que se refaccione.
