TEXTUAL…
Audazmente el oficialismo, ejecuta contumaces y progresivas políticas públicas, que están provocando el vaciamiento de las instituciones republicanas. En paralelo se consolida una política económica a contramano del programa constitucional, que desalienta la producción genuina de bienes y servicios, provocando una recurrente confiscación de la producción y el trabajo.
Esta dinámica entraña una destrucción gigantesca de nuestra arquitectura republicano-democrática, construida a merced de la Constitución de 1853, con el propósito de afianzar la justicia y consolidar la paz interior, con la consagración normativa de la división de poderes, del amparo judicial a la omnipotencia estatal, de la responsabilidad de los gobernantes y la publicidad de los actos de gobierno, de los derechos y garantías de los habitantes de la Nación, etc.
Es alarmante el ostensible retroceso en ese pacto fundacional, que se evidencia públicamente en lo básico: cada vez menor seguridad física y jurídica, base y razón de ser del estado moderno.
Es fundamento último del populismo gobernante, que la democracia republicana y su sistema de valores vigentes es puro formalismo, que es una mera entelequia.
La sociedad en conciencia del peligro, espera una respuesta consecuente de los partidos políticos, en los que se encuentra por historia, trayectoria y principios, la Unión Cívica Radical. En la provincia de Entre Ríos, su responsabilidad es gravitante y el radicalismo, llamado a ser eje convocante de aquella respuesta.
Sin embargo, observamos lanzamientos sectoriales y extemporáneos de candidaturas, desde distintos ámbitos de la vida interna partidaria, que se visualizan frágiles para enfrentar un oficialismo pródigo en utilizar los cuantiosos recursos del estado para eternizarse en el poder. El internismo, ciega a la dirigencia, impidiéndole tomar conciencia del dramático momento que vivimos, en el umbral de la desintegración de la república, del estado de derecho y en definitiva, de la democracia. Constituye un ejercicio de autismo irresponsable frente a la sociedad y la historia radical: una deserción al imperativo de la hora.
Es por ello que instamos fervorosamente a los correligionarios entrerrianos a la reflexión, a que practiquen un elemental, franco y sincero diálogo, hacia adentro y hacia fuera del partido, propiciando amplias amnistías para la reincorporación de dirigencia que emigrara en diversos tiempos, proponiendo acuerdos programáticos y electorales esenciales, donde el verdadero “límite” reside en la adhesión expresa o implícita a los postulados populistas del gobierno que avasallan nuestra democracia Republicana y la Constitución. Luego, podrán venir las internas, pero la Unión Cívica Radical debe asumir el desafío que le impone su historia.
Lo hacemos en la convicción de que el momento impone grandeza de objetivos, generosidad, apertura, resignación de viejos enconos, librarse de anacrónicos reflejos que enervan la reacción radical. Solo una conducta semejante en la Nación y en la Provincia, podrá detener un retroceso que será en caso contrario, irreversible.