Documento de enero de 2010

Hoy vemos que muchas de las cuestiones planteadas en nuestro documento fundante del 3 de abril de 2009, cobran especial vigencia.
Allí expresábamos, entre otras muchas cosas, nuestro rechazo a las maniobras de quienes en función de perjudicar a una gestión de gobierno determinada, no miden el daño que causan a la totalidad de los habitantes del país.
Hacíamos un pedido de responsabilidad a todos los sectores y nos pronunciábamos en defensa de la institucionalidad, tantas veces pasada por alto en una historia argentina marcada por toda clase de interrupciones a la vida democrática.
A partir de aquel primer documento nos hemos mantenido activos en la defensa de los mismos principios, reuniéndonos y debatiendo los temas de la realidad nacional que consideramos más significativos, generando cada vez que lo creímos necesario, nuevos documentos que fueron publicados en diversos medios de comunicación y en nuestro propio sitio de Internet creado a tal efecto: www.abcdemocratico.com.ar
El año 2009 fue, a pesar de sus turbulencias políticas y económicas, un año de extraordinarios avances para nuestro país que no podemos dejar de mencionar, como la estatización de las AFJP, la asignación universal por hijo y La nueva ley de medios de comunicación audiovisual.
Este último tema demandó de nosotros y de muchos argentinos la mayor atención y compromiso durante el año que acaba de terminar. Hemos celebrado la promulgación de esa ley como uno de los mayores logros de nuestro pueblo en los últimos años. Pero además del efecto concreto que la ley deberá tener en relación a los objetivos con que fue creada, consideramos que ya su efecto es positivo por las enseñanzas que aporta.
En primer lugar aparece claramente, en todo el proceso que desembocó en la promulgación de la ley, un claro protagonismo social. La sociedad civil empujando a un partido en ejercicio del gobierno y a otras fuerzas políticas, a actuar en beneficio de la comunidad, afectando intereses que se creían hasta ahora intocables. Eso marca un claro rumbo para quienes queremos el progreso del país, respecto a la lucha por las muchas leyes y políticas de Estado que hacen falta.
Nuestro interés es que se promulguen leyes que favorezcan el bienestar de la mayoría del pueblo argentino, más allá de cuáles sean los partidos políticos que lo logren. Por eso hemos trabajado en apoyo a la democratización de los medios de comunicación.
En segundo lugar y no menos importante, es el esclarecimiento que produjo el debate sobre la nueva ley, respecto a la enorme manipulación desinformativa que llevan a cabo los grandes medios de comunicación.
Los ciudadanos han comenzado a tomar conciencia que lo que nos presentan los medios no es la realidad, sino una elaboración de la realidad.
Hemos tomado conciencia de que cuando hacemos un análisis de los medios, los tópicos que tenemos que desterrar son los de la neutralidad y la imparcialidad porque el solo hecho de ofrecernos una u otra noticia ya supone adoptar una posición. Hemos comprobado que el hecho de disponer de muchos diarios en el kiosco o ver muchos telediarios no quiere decir que haya una gran pluralidad informativa; porque los canales por cable funcionan vendiendo espacios de programación, y cada productora tiene que buscarse a los patrocinadores que financien los programas.
Es así que repasando la oferta de los medios, vemos que las imágenes se repiten, son las mismas en Europa, en el Asia, en la América Latina o en los Estados Unidos.
Si bien esta manipulación no era desconocida por nosotros, ya que la denunciábamos desde comienzos del año pasado, a partir del tratamiento de la ley de servicios de comunicación audiovisual se puso de manifiesto en toda su magnitud.
También, en los mismos días comenzó a difundirse valiosísima información que había estado oculta mucho tiempo.
Para una cantidad importante de argentinos fue quedando al desnudo la verdadera naturaleza de los grandes medios de comunicación, su enorme poder, su articulación con determinados sectores e intereses, su complicidad con los procesos que más perjudicaron al país, su influencia sobre la política.
Sin embargo a pesar de que muchos han tomado conciencia de esa situación, no por eso la manipulación y la desinformación se han vuelto menos frecuentes.

Eso nos lleva a nuestros días.
La actual crisis del banco central, tiene todas las características de otras muchas maniobras corporativas que hemos denunciado y al mismo tiempo es presentada a la sociedad a través del tamiz deformante de una cobertura sesgada, manipuladora y malintencionada a cargo de los mencionados emporios de la comunicación.
El gobierno con el Fondo del Bicentenario realizó una jugada que sería considerada de alta política por cualquier economista ortodoxo, de los que siempre reclamaron previsibilidad, honrar los compromisos y ser serios.
La medida del Ejecutivo Nacional se reflejó en un comportamiento favorable del mercado, pero no todo el poder económico se explicita allí o se comporta coherentemente con lo que sus gerentes suelen exigir en cada simposio que realizan.
Determinados dirigentes políticos acudieron al escenario judicial como estrategia opositora y con este antecedente cualquier gestión futura, cualquier resolución del parlamento podría terminar en jueces y/o en Cámaras de Apelaciones más o menos amigas.
Hay una decisión tomada de boicotear toda medida que adopte el Gobierno y ese es el problema de fondo.
Más allá de las muchas falencias atribuibles al gobierno nacional en funciones, éste está siendo objeto de un permanente acoso y ataque por parte de varios sectores; que
invocan las mejores intenciones, pero que su historia y accionar los desmienten. Creemos fundamental señalar a aquellos que aún no lo han advertido que el principal objetivo de esos sectores es la re instalación de un modelo político-económico neoliberal del que ya se beneficiaron anteriormente a costa del quebranto de la gran mayoría del pueblo argentino.
Consideramos cada vez más necesarios el debate, la reflexión, la participación y el potenciar un espíritu crítico que ayude a buscar una información alternativa en las vías formalmente establecidas para formarnos un criterio y obrar en consecuencia. De lo contrario estaremos condenados a la desinformación e incapacitados para entender el mundo que nos toca vivir, incapacitados para actuar con libertad.
Como un nuevo aporte en ese sentido, hemos puesto en marcha la impresión de un boletín de abc democrático (de distribución gratuita) con opiniones habitualmente ignoradas o poco difundidas por los grandes medios de comunicación, una pequeña selección de las reflexiones de personalidades de la ciencia económica, la docencia universitaria, la investigación histórica, el periodismo y el constitucionalismo que nos esclarecen acerca de qué es lo que está verdaderamente en juego en la crisis del Banco Central y cuáles son allí los intereses de los argentinos.
Queremos cerrar este nuevo documento con un sincero agradecimiento a toda la gente, que de una u otra forma nos acompañó en el 2009 e invitarlos a todas/os a seguir activos en la defensa de los mismos valores. Es nuestro deseo que cada vez seamos más quienes elijamos el camino de la participación en beneficio del bienestar común.
Finalmente queremos celebrar el comienzo de un 2010, año del bicentenario patrio, en que, entre las amenazas a las que estamos acostumbrados, se perfilan nuevas iniciativas legislativas en materia económica, ambiental, etc. que esperamos se vuelvan una realidad y que deberán contar con todo nuestro apoyo desde la sociedad civil.

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