En el documento se da cuenta de un: “profundo malestar que reina en las escuelas como consecuencia de que atravesamos un contexto de devaluación de nuestra moneda que erosiona progresivamente el poder adquisitivo del bolsillo de los trabajadores”.
En ese sentido, manifestaron que el salario docente “no ha tenido una recuperación integral, global y efectiva ante los costos de vida y sigue siendo uno de los más bajos de la región”.
De la misma forma, señalaron que pasaron cuatro meses desde la mitad del año y el gobierno provincial sigue sin convocar al sindicato docente. “Frente a esta situación preocupante nos encontramos con un gobernador que decide favorecer fiscalmente a los sectores industriales concentrados, y golpear por otra parte, duramente a los trabajadores con la ley de reforma tributaria, lo que legitima nuevamente nuestra consigna: que a la crisis no la paguen los trabajadores”, expresaron.
Para Agmer el gobierno provincial “se autoproclama progresista, pero mientras favorece a sectores poderosos de la burguesía entrerriana, descuenta a los docentes por hacer uso del derecho legítimo a huelga y amenaza a directivos para que sean funcionales a sus políticas”.
En base a lo descripto, manifestaron que se trata de un progresismo virtual que no es más que un “maquillaje que oculta un conservadurismo que mantiene intacta la matriz neoliberal que en los noventa arrasó con las conquistas de los trabajadores”.
Además de la recomposición salarial reclamaron la creación de cargos docentes y ordenanzas necesarios en las escuelas de la provincia, la actualización de los montos de las asignaciones familiares (universalización de la asignación por hijo, salario familiar por esposa, salario de familia numerosa), aumentar las partidas para los comedores escolares y la copa de leche, inmediata construcción y reparación de todos los edificios escolares, etc.