“Se venía trabajando hace como tres años con este señor Álvarez y la primer mujer con los cinco hijos que tenía”, aclaró. Rougier aseguró que se recibieron cerca de 20 denuncias por violencia familiar del detenido sospechoso de la muerte de los dos menores de edad. “Lo que hizo el Copnaf a través del servicio de protección y solidaridad en su momento fue brindarle una vivienda, contención a los chicos: se los llevó a la escuela, se les daba de comer”, señaló.
El año pasado, el Defensor de Pobres y Menores Nº 1 Diego Ponce le dio la tenencia de dos de los dos hijos mayores que tuvo con la primer mujer. “El hecho que nos impacta es que se le haya dado la tenencia el año pasado de los dos hijos mayores a una persona que contaba con antecedentes de violencia familiar”, indicó.
Luego de dos años, Álvarez se fue a vivir con Zapata y sus dos hijos. “Nunca habíamos recibido denuncias de parte de Zapata. Esta madre ya sea aparentemente por miedo o no sé por qué nunca había denunciado”, señaló.
Rougier aclaró que el Copnaf actúa a través de las denuncias efectuada por la víctima, un familiar o un vecino. “Estando en el velorio me entero por parte de vecinos que muchos sabían de los maltratos pero nadie se animaba a denunciar o a meterse”, indicó. “Tampoco hemos recibido denuncias de la escuela”, agregó. Y aclaró que un denunciante no necesariamente deber revelar su identidad dado que puede ser anónima. “No somos como la Justicia que tiene que actuar sobre un caso concreto. Ante una denuncia telefónica podemos enviar una asistente social para corroborar la veracidad de los hechos”, manifestó.
El responsable de la repartición provincial agregó que es “común” que impere el silencio en el barrio aun cuando sea un secreto a voces que un hombre golpea a sus hijos. “Por eso hoy el Copnaf está haciendo un trabajo con la Policía de Entre Ríos con la Comisaría Móvil y estamos yendo a todos los barrios porque hay muchos hechos que uno no se entera porque la gente no se anima a denunciar. Y si la gente no denuncia, no puede actuar ni la Justicia, ni la Policía ni nosotros”, señaló.
Si el Copnaf hubiese recibido una denuncia, Rougier aseguró que se hubiese actuado para excluir del núcleo familiar a Álvarez mediante una solicitud a la Justicia. “Nos hubiéramos hecho cargo tanto de la madre como de los chicos”, señaló. Una posibilidad era enviarlos a un hogar, dejarlos en manos de una familia sustituta u otorgarles una vivienda para que puedan permanecer con su madre bajo el mismo techo.
