Hace un año fue iniciada la causa por la muerte de los dos chiquitos asesinados a golpes por su padrastro entre los meses de enero y febrero de 2012. En poco menos de una semana de descubierto el hecho, tanto Javier Álvarez (principal acusado) como la madre de los menores, Andrea Zapata, fueron imputados por el delito de Homicidio Calificado, y en el caso de Zapata agravado por el vínculo, y por su condición de garante de los dos menores. Desde esa audiencia de imputación a la fecha poco ha cambiado en la situación de los dos acusados que siguen en prisión, sin que se avizore una fecha de juicio, aún a la espera de que se concluyan algunos informes y pericias solicitadas por la defensa.
Consultado por este DIARIO al respecto el Fiscal Pablo Castillo aclaró que; “Lo que hice ya directamente es elevarla al juez de Garantías” y aconsejó consultar a defensoría sobre el porqué de la demora en la elevación a juicio de la causa.
En relación a la pericia psiquiátrica realizada por Enrique Stola, quien concedió el viernes pasado una entrevista a DIARIOJUNIO, donde manifestó su sorpresa porque Zapata aún continuara detenida e imputada; Castillo se limitó a decir que no emitiría valoración al respecto.
Por otra parte, DIARIOJUNIO pudo saber de fuentes judiciales que los dos defensores de pobres que representan a los acusados, Ives Bastian y Pablo Garrera Allende, esperan la conclusión de informes y pericias que solicitara el Juez da Garantías a instancias de ese ministerio publico, y que debían ser articuladas por la Fiscalía.
En esta línea, pudimos saber que la defensa de Zapata espera los resultados de un test psicológico de la madre de los dos chiquitos muertos, mientras que la defensa de Álvarez había solicitado una serie de estudios médicos, relacionados con las enfermedades que este padece.
Actualmente si bien la fiscalía elevó al juzgado de garantías su caso, el legajo aún no sale de la orbita de la investigación penal preparatoria, por lo que es pasible de ser modificada antes de la elevación a la cámara de crimen. Es decir que más allá de las oposiciones de la defensa, el propio fiscal podría –si así lo entiende- modificar su acusación inicial a la vista de la prueba reunida con posterioridad a la imputación inicial.
En esta línea, se entiende que a la vista de lo señalado por el psiquiatra Stola a este diario, aún hay posibilidades que Zapata sea sobreseída antes de que la causa se eleve definitivamente a juicio. Si se contemplan las opiniones del profesional, que serán contrastadas con los test psicológicos que aún se esperan.