Las cuestiones distributivas ocupan hoy un lugar central en el debate económico y social en la Argentina. El discurso más repetido es el de la equidad, en su dimensión económica ese discurso debería traducirse en una asignación equitativa de los bienes y servicios. No ocurre esto, obviamente.
Si se comparte la concepción de equidad como igualdad de oportunidades, una parte del nivel de desigualdad en la distribución del ingreso registrado en las estadísticas es perfectamente aceptable. El hecho de documentar ingresos diferentes entre personas no es evidencia concluyente de una situación injusta. La preocupación sí surge cuando la desigualdad alcanza niveles “muy altos” y crecientes y somete a miles de personas como en Concordia..
Claudio Lozano, Ana Rameri y Tomás Raffo en un material recientemente elaborado sobre los ingresos en la Argentina, permite sacar algunas conclusiones frente al debate sobre los salarios. La canasta para una familia tipo ascendía, según el Indec, a finales del 2005 (en Capital y Gran Buenos Aires que es la información que releva el Indec) a $ 2.207,7.- Los ingresos a $ 722.- o sea es el 32,7% de la canasta necesaria y esta a su vez es 17 % inferior a la de la línea de pobreza que es $ 860.- Si tomamos estos valores y lo trasladamos a una familia concordiense con ingresos de dos adultos que alcanzan $ 668.- cada uno (que es el ingreso medio al cual llegamos con nuestra investigación), tendría un ingreso total de $1.336.- más las asignación familiar, esto representa un 33 % inferior a esa canasta necesaria. Demás esta decir que lo expuesto muestra el profundo deterioro del ingreso.
Ingresos en Concordia
La pobreza ha tenido una evolución creciente en los últimos años, y ese quebranto distributivo ha significado el deterioro del bienestar social de miles de concordienses.
Para poder comprender las causas de la evolución de la desigualdad de ingresos y la pobreza que esto acarrea en Concordia, hemos querido acercarnos a los valores de ingresos promedio de una gran parte de los trabajadores. Los datos que hemos obtenido es en base a la ocupación de mano de obra en los los principales sectores de la economía de Concordia. Datos proporcionados por el sindicato que los agrupa, gremios estatales, algunas empresas de servicios y estimaciones de los cuentapropistas, como así también datos del Indec.
De lo analizado sobre 34.200 trabajadores que representan un tercio de la Población Económicamente Activa de la ciudad de Concordia, se observa que los valores obtenidos están por debajo de la media nacional, ya que rondaría los $ 688.- contra el promedio nacional de $ 722.- es decir, un 20 % por debajo de la línea de pobreza que es $ 860.-
Es preciso recordar que la distribución del ingreso de una determinada población son los ingresos de todos los individuos de esa población, y una estimación del ingreso familiar es equivalente al ingreso total del hogar dividido por el numero de adultos.
En Concordia el 80 % de los asalariados que hemos relevado, lo hacen en la actividad privada y un 20 % en reparticiones públicas. Alrededor de 27.000 personas (60 %) tienen ingresos inferiores a los $ 860.- como para zafar de la pobreza. En cambio 17.200 personas (40 %) tienen un promedio de ingresos de $ 1.400.-
De estos valores promedios podemos decir que un hogar conformado por personas con ingresos de $ 700.- trabajando los dos y cobrando las asignaciones, llegarían a cubrir un 70 % del valor de la canasta. Demás esta decir que esto es más un deseo que una realidad.
En Concordia, de acuerdo a estimaciones oficiales, solo el 14,2% de los asalariados tienen más de un trabajo.
De la PEA relevada, el 25 % de los trabajadores trabajan un promedio de 25 horas semanales. Su ingreso es de $ 350.- si en el hogar trabajaran ambos, con ingresos similares alcanzarían un ingreso de $ 700, es decir, un 20 % menos de la canasta de pobreza.
Esta desigual evolución de los salarios no solo explica el crecimiento de los índices de pobreza sino también el ensanchamiento en la brecha de los ingresos. Estimaciones del INDEC señalan que los de menor ingreso en Concordia ganan 16,2 veces menos que los de mejor ingreso.
Lo más triste de la desigualdad distributiva es que se sostiene en el marco de un proceso donde la expansión de la productividad no se traslada a los salarios. Seguir sosteniendo una estructura productiva que genera un mercado laboral donde el 60 % está precarizado, solo puede reproducir desigualdad.