sábado 18 de octubre de 2025

-

Director: Claudio Gastaldi

RegistrarmeNewsletter
Filter by Categorías
Ambiente
América Latina
Colonia Ayuí
Concordia
Coronavirus
Covid-19
Derechos Humanos
Diamante
Dictadura
Dos Orillas
Economía
Educaciòn
El país
Federal
Información general
Informes Especiales
Iosper vs Femer
Judiciales
Juicio Político
Legisaltura
Legislativas
Ley de Etiquetado
Los Charrúas
Mundo
Municipios
Colonia Ayuí
Diamante
Estancia Grande
La Criolla
Los Charrúas
Puerto Yeruá
Nacionales
Opinión
Opinion
Opinion Guilermo Luciano
Opinión: Claudio Gastaldi
Opinión: Guillermo Luciano
Policiales
Política
Provincial
Puerto Yeruá
Salud
Sin categoría
Sociedad
Violencia Laboral

Distinción en Olimpiada de Lectura

Ayudemos a Jumaca

Hace muchos, muchos años atrás, nuestro planeta Tierra estaba libre de intoxicación.
Las plantas embellecían los senderos y paisajes a nuestro alrededor, el aire que se respiraba olía puro, limpio y lleno de vida.
El agua era tal cual sus características limpia, pura, inodora, incolora e insípida. ¿Qué más se podría pedir? Si la mano del hombre a un corto plazo destruyó todo. Su ambición, sus ganas de tener plata y poder, dominaron la belleza existente, mejor la economía que la ecología. ¿Pero todos pensarían así? Hay seres buenos todavía, sino tan solo con prestar atención a lo que cuenta Jumaca, se darán cuenta de que es verdad.
Hola soy Jumaca, un pájaro autóctono; único de mi especie. Hace días que estoy triste y son varias las razones que me ponen así: una, es que no encuentro un árbol para apoyarme, el hombre lo tala y las selvas son destruidas y reemplazadas por cemento.
Tampoco puedo respirar, las fábricas envían un olor que es imposible de respirar. Mis amigos, los peces, están la mayoría muertos o extinguidos porque el agua tan transparente y limpia se encuentra sucia y oscura como una leche chocolatada. Las sustancias tóxicas le ganan a las sustancias puras; es una guerra entre la tecnología destructiva y la naturaleza. “De la naturaleza a su mesa”. No se puede sobrevivir, resistir a tanta contaminación.
Busco varias soluciones para frenar esto y no encuentro ninguna. El hombre tiene un corazón de piedra que le impide escuchar a otros hombres, animales y plantas. Y para colmo, el sol, la bola de fuego radiante, cada día está más furioso. Sus rayos pasan directamente a nuestra piel y nuestra arma protectora, la capa de ozono, sufrió un daño irreparable: el hombre una vez más también destruyó eso.
Amigos, ayúdenme a recuperar mi planeta, hagan cadena entre todos los seres vivos para salvar lo más bello que tenemos.
Si no reciben otra historia mía es que quizás el hombre también me asesinó.
AYÚDENME.

Entradas relacionadas

Deja el primer comentario