Un parámetro es la cantidad de comercios abiertos en la peatonal. Únicamente abrieron sus puertas 23 locales (poco más de un tercio del total) en las tres cuadras principales de la ciudad más la que se cierra al tránsito durante el día, a la altura del cine Odeón. La gran mayoría de los locales abiertos venden indumentaria y calzados –lógicamente debido a que son los que predominan- y, en menor medida, electrodomésticos, ropa deportiva, jugueterías y regalerías.
El martes, la secretaría Provincial de Trabajo, en virtud del decreto que establece que los días 24 y 25 son Feriado Nacional, informó que en la provincia se “instrumentarán las inspecciones que sean necesarias para su cumplimiento” para que se respeten los derechos de los trabajadores, más allá de los acuerdos que cada empleador establezca con su trabajador y que deberá establecer la forma remunerativa.
Horacio Fratichelli, titular del Centro de Industria, Comercio y Servicios de Concordia (CICS) explicó que era una obligación el cierre de los comercios el jueves y viernes dado que se trata de feriados nacionales. “Quien quiere abrir debe pagarle al personal lo que corresponde”, señalaba Fratichelli. No obstante, el secretario general del Centro de Empleados de Comercio, Juan José Simonetti, ese día sostuvo que muchas veces los empleados trabajan los feriados sin recibir la paga estipulada por ley.
No obstante, la lluvia que cayó durante todo el día dejó desierta a la peatonal. Pocos caminantes con paraguas se animaban a dejar la calidez del hogar o bajarse del auto durante el paseo vespertino para ir a mirar vidrieras. “La gente viene pero tiene que dejar de llover un poco”, decía un vendedor de panchos a su compañero. “Hay algunos turistas pero yo creo que la gente va a venir. Hay que estar loco para estar todo el día en la casa”, admitió otro vendedor de garrapiñada.
