En los próximos meses deberemos debatir en el Congreso leyes fundamentales para el país. Y es necesario que el presidente Macri entienda que si realmente quiere consensos necesita crearlos, con diálogo franco y respetando la voluntad y la identidad política de todos los argentinos representados en el Congreso.
Hoy, en la apertura de las sesiones ordinarias, escuchamos un discurso que arremetió contra el gobierno anterior desconociendo logros y transformaciones y acusándolo de todos los males que le vienen bien al argumento del PRO para justificar el ajuste y las decisiones económicas que se están tomando.
No creo que sea este el mejor camino para consolidar el dialogo y el consenso que el presidente pregona y necesita.
En el escenario actual nos toca ser oposición y asumimos este rol con la responsabilidad y el compromiso de hacer lo mejor para el pueblo que representamos, para el país y para nuestras provincias.
Las diferencias, que existen, no se pueden borrar ni acallar. Tienen que ver con convicciones, con modos diferentes de entender la realidad y de construirla, con formas distintas de pensar el pasado y el futuro. Es lo básico que el gobierno debe aceptar como primer paso para ponernos de acuerdo.