La joven contó detalladamente cada uno de los capítulos de una historia que demuestra que dentro de los cuarteles, muchas cosas no han cambiado. Para mal.
Roxana Daniela Paredes repite lo que escuchó de sus superiores “me expulsan del Regimiento 6 de Caballería por estar embarazada, por no poder cumplir con la condiciones de un soldado combatiente”, tal como se lo pedía el Teniente Coronel Leonardo Daniel Durand, titular del destacamento militar.
De no haber sido por esta medida arbitraria, Paredes hubiese cumplido ayer tres años como soldado voluntaria.
En diálogo con este medio especificó que sus tareas dentro del regimiento concordiense se limitaban a “tareas administrativas o limpieza, cosas así”.
El viernes
El hecho comienza el pasado viernes, cuando es anoticiada por su jefe de escuadrón, el suboficial Mayor Elías Nicolás Sosa, quien le explica que “lamentaba la medida (de sus superiores) porque yo era una excelente soldado”.
Paredes sabía que tal medida respondía a su embarazo, una información que los oficiales conocían desde la primera hora, ya que esa situación debe ser informada desde el primer momento de conocerse, para ser tenido en cuenta en los ejercicios y otros trabajos físicos.
Ante esa noticia, la soldado cuenta que se dirigió hasta la guardia, “a esperar que alguien me trajera el informe de la baja. Ahí llega un soldado (Molina Luis) y me dice que el Capital Andrés Etchandía me mandaba un papel para que lo firme, si quería y que si no, le daba lo mismo”.
Paredes no firmó el documento porque “no entendía lo que era, que Etchandía viniera y me explicara que era lo que estaba escrito, pero nadie me explicó nada”.
Ante esa situación, Roxana abandonó el cuartel sin que mediara una explicación oficial, sobre los motivos que la expulsaban de la fuerza. “Yo salgo del regimiento y el Capitán Muzzio me corre dos cuadras gritándome: Paredes, Paredes, me dice. Yo como jefe de escuadro vengo a dar la cara” y confiesa que fue “el Jefe de Regimiento que me dio la baja, ¿la causa? Bajo rendimiento”.
Cuando Paredes argumenta que eso es infundado porque no presentaba notas bajas, Muzzio le dice, “pero usted sabe que en el estado que se encuentra, no puede rendir con las condiciones que el jefe quiere que usted rinda”.
La conversación se terminó con la joven explicando que volvería al destacamento acompañada por un abogado.
Ese anunció quizás valió para que esa misma noche fueran a buscarla a su casa y le dijeran que “el jefe había hablado con Muzzio y que me daban otra oportunidad, que vaya a hablar con Durandó”.
El sábado
Continuando con su pormenorizado relato, la joven contó que al día siguiente, sábado pasado, se presentó en el regimiento 6 “Blandengues”, donde el propio oficial Durandó le reconoce que el le dio de baja “por bajo rendimiento, porque antes que nada usted es soldado, antes que madre y antes que nada”.
Para que los justificativos quedaran ejemplificados, Durandó le planteo que “si yo le digo ahora que se arrastre en la pista de combate usted me va a decir que no puede, ¿porque? Porque esta embarazada. Vió esos son los puntos en contra para cumplir con mis ordenes” le habría manifestado el oficial.
En su relato a DIARIOJUNIO, Roxana explica que le preguntó a Durandó “¿porque ese trato, si había dos voluntarias que recientemente habían sido mamá?”, a lo que respondió que “eso no había sucedió en la jefatura de él”.
Paredes le preguntó “sí en su jefatura las voluntarias no podemos quedar embarazadas” y le pidió que le especifique en “que artículo del voluntario” estaba argumentada tal medida. “En ningún artículo, yo dispongo lo que creo conveniente” respondió el jefe de Regimiento.
Ayer lunes
El último capitulo sucedió ayer lunes “cuando tuve una última charla con el actual jefe del Regimiento 6 Blandengues, donde el me preguntaba que quería yo”.
“Yo le dije que quería que me mostrara el papel del conclave que el viernes me había mostrado para que lo firme”, a lo que Durandó respondió con una orden para el Capitán Muzzio, disponiendo que “me diera 5 días de arresto, por ordenarle, que me mostrara el papel”.
“Yo le explique que le pedía, no le ordenaba” se justificó Paredes, a lo que el jefe de regimiento respondió con otra pregunta, inquiriendo sobre la presentación “de civil” por parte de la voluntaria.
“Porque cuando me dieron la baja el viernes entregue el uniforme, porque no me dejaban salir de franco”, explicó Roxana.
“Bueno Muzzio, déle la ropa a la voluntaria y que cumpla los 10 días de arresto acá adentro, después vemos que hacemos” habría respondido Durandó.
Ante esa determinación, Roxana se comunicó telefónicamente con su padre y este con su abogado, quien recomendó al progenitor “que fuera y que me retirara de ahí, porque sino estaban haciendo privación ilegitima de la libertad”.
“Con lo que me pasó hoy me dejaron con la moral por el suelo. Me siento pisoteada por el Teniente Coronel Leonardo Daniel Durandó, por el Capitán Carlos Euclídes Muzzio y la verdad es un atropello”, completó.
Foja de Servicios
Roxana contó que “anteriormente perdí un embarazo, porque baldee una sala de armas, porque yo tenía problemas con el embarazo pero nadie se hacía cargo y tuve que baldear la sala de armas”.
Luego de haber cumplido con esa orden, “empecé con contracciones y me llevaron al sanatorio Garat, pero a los tres meses perdí el bebé”.
Consultada sobre si había informado a sus superiores sobre su estado, explicó que “nosotros tenemos la orden de informar desde el primer día que no s enteramos que estamos embarazadas, para que se tomen las medidas de no correr o no hacer fuerzas.
Y a pesar de eso yo perdí mi bebé”.
También reconoció que “no denuncie el hecho, no hice nada, porque me decían mira que… y yo necesitaba trabajar Era mi primer año ahí adentro y yo no sabía para donde agarrar, no sabía adonde dirigirme, no sabía nada”.
También denunció que los consejos que recibía le sugerían que no hablara “me dijeron: mirá, si denuncias algo necesitas testigos.