El presidente de la Federación Nacional del Citrus, Ricardo Schat, indicó que “se trata de
una Delegación del Comité Técnico de la Unión Europea, que viene a revisar el cumplimiento del protocolo, que estipula que las exportaciones deben ser hechas de un lugar de producción libre de síntomas de cancrosis y mancha negra, que debe ser determinado por un proceso de monitoreo desde el último período vegetativo, trabajo que está a cargo del SENASA”, afirmó.
Durante su estadía en la región, los especialistas europeos analizarán toda la cadena de producción. “Verán cómo se hacen los monitoreos, la situación de los campos, y seguirán el sistema de trazabilidad”, enumeró Schat.
La trazabilidad consiste en identificar la fruta que viene de campo y todo el proceso fitosanitario que atravesó. Según explicó Schat, “los campos están divididos en lotes de cuatro hectáreas, se identifica con una tarjeta la fruta y esa identificación, cuando se vuelca esa fruta en el empaque, permite continuar con su individualización; al ser envasada también se individualiza y se determina de qué lote proviene la fruta, y de qué productor”.
Los técnicos fitosanitarios europeos seguirán la trazabilidad para obtener una comprobación de cómo se está trabajando en materia fitosanitaria. Este estudio está programado desde marzo, cuando el Comité de Bruselas dispuso el cese de la medida cautelar impuesta por España, a fines de 2003, contra la fruta argentina.
Ante la inquietud de algunos productores por la inminente auditoría, Schat recomendó “mostrar las cosas con tranquilidad, porque estamos a un nivel técnico comparable con cualquier parte del mundo”.
Con relación a las exigencias de la Unión Europea, el Presidente de la Federación Nacional del Citrus opinó que “son exageradas para el riesgo que existe. No se ha podido demostrar científicamente, pero la práctica sí lo ha demostrado, que no existe riesgo de que la cancrosis prospere en un clima como el de España, por lo tanto esto tiene un rasgo paraarancelario”, remarcó.
En ese sentido, Schat señaló por último que “somos conscientes de las exigencias del mercado mundial y tenemos que luchar con esta enfermedad, es una cuestión de confianza”, enfatizó.
