El proyecto aprobado hoy en la legislatura entrerriana se basa en un informe publicado por este medio, bajo el título “¿Es rentable el negocio de la citricultura? Y si lo es, ¿por qué el 98 % de cosecheros están en negro?» (Link al pie de la nota.)
El informe dada cuenta, entre otras ignominias, que el 98 % de los trabajadores de la cosecha no están formalizados y que, durante los días más aciagos de la pandemia por Coronavirus, más de 100 colectivos con por lo menos 30 obreros entraban y salían de Concordia sin ningún control sanitario.
Todo a pesar que, en 2019 (último registro oficial), se vendió fruta tanto al mercado interno como para exportación por más de 7 mil millones de pesos. Unos 120 millones de dólares al cambio de esa época.