Diputados no lograron la mayoría para la Reforma Constitucional

Pasadas las 17 y luego de varias horas de escuchar diferentes alocuciones, Castrillón volvió a pedir la palabra para mocionar el cierre del debate y solicitar la votación en general, nominal y a mano alzada del proyecto de Grimalt, lo que fue aprobado rápidamente. Así, Adami, Aldáz, Allende, Almada, Bahillo, Bescos, Bolzán, Castrillón, Cresto, Fontana, Fuertes, Grimalt, Haidar, Tramontín, Vitulo y Engelmann votaron por la afirmativa del proyecto, mientras Montaldo, Fernández, Georgio, Grilli, López, Mainez, Monzón, Rogel, Solari, Vera, Villaverde y Zacarías lo hicieron por la negativa. De esta manera, el proyecto no fue aprobado y quedó sin efecto la intención del oficialismo de obtener los votos suficientes para aprobar la necesidad de la reforma de la Constitución.
A la hora del debate, la diputada Lucy Grimalt (La Red-Paraná), se manifestó a favor de la necesidad de la reforma de la Constitución Provincial, pero dio cuenta de su propio proyecto, en el que plantea la necesidad de incorporar a la Carta Magna la igualdad de género y cuestiones relativas a la defensa del medio ambiente.
La legisladora reconoció que el proyecto aprobado en la Cámara de Senadores “refleja la imposibilidad de la construcción de un diálogo político, la falta de grandeza de los dirigentes políticos de la provincia hizo que en ningún momento se pudiera llegar a una instancia pública, colectiva, en la que nos encontremos todos los partidos que pensamos que este momento histórico tiene condiciones para habilitar la reforma”.
“Desde La Red, pensamos que hay condiciones para abordar el debate sobre la reforma y marchar a una Convención Constituyente en la que analicemos las materias para introducir en la Constitución, porque han cambiado las condiciones de la década del ’90, ya no estamos ante una ofensiva neoliberal”, afirmó la diputada, que luego agregó: “Pensamos que son tiempos para empujar, proponer, intentar buscar el entendimiento, el consenso que permita legislar sobre un nuevo contrato social y político como es la Constitución de un Estado Provincial”.
Por último, exclamó que “nuestra postura esta motivada en que no se trata de una idea maniqueísta de pensar que hicimos todo lo posible para reformar la Constitución y los otros se negaron. Esa no es la manera de transmitir un mensaje”, y cerró: “Nuestra postura no representa una mezquindad política”.
A su turno, Fabián Rogel reiteró la negativa del radicalismo al proyecto de reforma constitucional por considerar “que no estaban dadas las condiciones, tal como lo planteamos en la sesión celebrada el 23 de noviembre de 2005”. En aquella ocasión, el radicalismo había rechazado la reforma, aunque dijo que “la Constitución debe ser reformada, porque somos reformistas”, pero que “no están dadas las condiciones”, y reclamaron que se “formulen los consensos políticos”.
Además, el legislador afirmó que “no estamos frente a cualquier Constitución, sino que tiene mucha vigencia. Fue hecha en un momento histórico de muchas confrontaciones, pero tuvo un detalle fundamental: estuvo alejada de la conveniencia política de quien gobernaba en ese momento”, expresó, y consideró que “lo esencial es que un proyecto de estas características sea planteado desde el principio de una gestión y teniendo en cuenta de entrada la cláusula de reelección, eso tal vez evitaría las suspicacias en el debate”.
Por su parte, el diputado Juan Domingo Zacarías (Concertación Entrerriana-Paraná) afirmó que “el diálogo es la base de la democracia, por eso apuesto a las alianzas y concertaciones políticas”, y sin mencionarlos, cuestionó a los integrantes del Bloque Integración, Antonio Mainez (Concordia) y Oscar Grilli (Uruguay): “Hemos sido blanco injusto de sospechas por el proceso de diálogo que habíamos iniciado con el gobierno”, dijo en referencia a las sospechas que levantaron sus ex compañeros de bancada.
“Entendemos de la necesidad de reformar la constitución de la provincia porque mantenemos fielmente la idea de mejorar las instituciones. Pero antes de arribar a la reforma constitucional hay que modificar el sistema electoral, dividiendo la boleta sabana en tres cuerpos: nacional, provincial y municipal”.
Y adhirió a la propuesta de Grimalt respecto de los tiempos para la reforma: “Tendríamos que terminar nuestro mandato no reformando la Constitución para que el proceso empiece en 2008”, y abogó para que la Convención Constituyente, “esté compuesta por los mejores sabios que tiene esta provincia”, e insistió: “Espero que terminemos nuestro mandato habilitando la necesidad de la reforma de la Constitución Provincial”.
En seguida, se escucharon fuertes críticas desde el radicalismo, especialmente en las voces de Eduardo Solari, Osvaldo Fernández y Arturo Vera. Esencialmente se manifestaron a favor de la necesidad de reformar la constitución, pero no del marco en el que se estaba dando el proceso. Solari cuestionó duramente la marcha del gobierno provincial respecto de cuestiones que pretenden incluirse en la nueva Carta Magna. Fernández afirmó que “nos negamos a convalidar este proyecto y estas acciones que no están llevando a un atropello de los valores institucionales vigentes”.
En sintonía con lo manifestado por Zacarías, Beatriz Montaldo leyó un documento elaborado por la Concertación Entrerriana, en el que resumió que “nuestro discurso no es más que una reiteración de argumentos”, y reiteró que “el gobierno no ha hecho los gestos necesarios y suficientes para encarar esta empresa que es la reforma de la Constitución”.
Luego, el diputado Mainez expresó que “podemos pensar que la fuerza no sea la razón, pero está claro que no tenemos intención de dar aprobación a este proyecto”. El legislador adhirió a los fundamentos expresados por Rogel y Fernández en el sentido de que no están dadas las condiciones para reformar la Carta Magna entrerriana. “Hay que ser demasiado estúpido o muy funcional al sistema para pergeñar pequeñas reformas para conseguir una reforma constitucional. Nosotros no seremos ni funcionales ni rueda de auxilio como lo plantean otros bloques. No alcanzan los argumentos de la corporación política. No hay condiciones políticas, éticas ni morales para tratar el tema”.
Inmediatamente, pidió la palabra el diputado provincial César Aldáz, quien puntualizó enfáticamente los motivos para votar la necesidad de la reforma y entre otras cosas acusó a los opositores de apelar a la “mera especulación político electoral” para apoyarla o no.

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