Luego de que caducara en el Senado, el ejecutivo volvió a presentar la semana pasada la iniciativa contra la violencia en el fútbol. La misma se denomina “régimen penal y contravencional para la prevención y represión de delitos en espectáculos futbolísticos” y el contenido fue armonizado con el anteproyecto de Código Penal que el presidente deberá enviar al Congreso.
A grandes rasgos, se propone convertir en delitos penales conductas que hoy se consideran faltas o contravenciones y se establecen penas para dirigentes que provean entradas a los barras o permitan su ingreso al estadio; penas por portación de armas o elementos similares en espectáculos deportivos; penas por ocasionar disturbios o agresiones y penas por reventa de entradas, entre otras.
Según informó el portal Elparlamentario.com, también se sanciona a los “trapitos” y a quienes obstruyan el tránsito en las inmediaciones del estadio y se establece que el Ministerio de Seguridad tendrá el derecho de admisión a los partidos. Asimismo, los clubes deberán afrontar multas de hasta 20 millones de pesos si en los delitos intervienen dirigentes del club en provecho de su función.