Básicamente, las reformas que lograron media sanción establecen aumentos para algunas indemnizaciones por despido e impiden cambios arbitrarios en la jornada laboral.
La primer reforma logró 166 votos a favor y 8 en contra. Así, se dio media sanción a la modificación a la Ley de Contrato de Trabajo que eleva un 50 % las indemnizaciones para aquellos empresarios que judicialicen sin motivos el pago establecido por ley y del 100 % donde los trabajadores que deben percibir las indemnizaciones no estuvieran debidamente registrados. La medida también alcanza a los estatutos especiales, como los de periodistas y encargados de edificios.
La otra modificación apunta a revertir la flexibilización laboral establecida en la década del ’90, cuando los empresarios podían modificar arbitrariamente las jornadas laborales de acuerdo con los altibajos de sus niveles de producción. Ahora, el proyecto –apoyado por 163 votos a favor, 12 en contra y 4 abstenciones– establece que no se podrá modificar la jornada laboral si la misma no está comprendida en las leyes nacionales ni en los convenios colectivos de trabajo de cada rama y actividad.
A su vez, el periodista Miguel Jorquera de Página 12 cuenta el cruce entre el presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, el kirchnerista Héctor Recalde, y el macrista Federico Pinedo. En un debate mano a mano por el alcance de las modificaciones. Pinedo pidió mayores explicaciones a los fundamentos que exhibió Recalde, pero el abogado laboralista de la CGT prefirió no avanzar más: “renuncio a convencerlo”, porque estos temas –remarcó Recalde– “se resuelven con el corazón o con el bolsillo”. “No estoy en contra de la jornada laboral de ocho horas ni quiero volver atrás de 1890, pero adelanto mi voto en contra porque los argumentos no me convencen”, sostuvo Pinedo.