1 – No es un plebiscito. El 28 no se vota a favor o en contra de un modelo, como quieren hacerle creer a la población. No hay dos boletas, una con “Sí” y otra con “No”. Lo que se decide es quiénes se sentarán en las bancas en representación del pueblo entrerriano y para hacer qué.
2 – Cualquier grito no es cambio. Las mutuas expresiones de confrontación hueca del PJ y la UCR pretenden disimular que en Entre Ríos ambos comparten el esquema de poder, como se demostró en la Convención Constituyente, donde en temas decisivos se juntaron para impedir cambios esenciales (mayoría automática en la Legislatura, conformación del Superior Tribunal de Justicia, por dar dos ejemplos).
3 – Quienes nos llevaron a esta crisis, no nos podrán sacar de ella. El PJ y la UCR se disfrazan con distintos trajes. Ahora que hay que ser “de campo” llenan sus listas con grandes productores. Pero quien planteó la defensa de los pequeños y medianos fue el PS, a través de su diputado Lisandro Viale. Los justicialistas que defendieron con su voto el proyecto que acabó con 150.000 productores, o los terratenientes que forman los principales pools de la provincia, difícilmente defiendan a los pequeños productores cuando sus intereses choquen. No se necesita andar de bombacha y botas para ser coherente. Se necesita tener valores y conducta. Por eso el PS es alternativa para ese importante sector que abarca a miles de entrerrianos, y por eso en la ciudad y en el campo aparece con gran intención de voto.
4 – Los candidatos del PJ y la UCR no son creíbles. No por sus características personales, que pueden ser muy respetables –como lo es en el caso de Raúl Barrandeguy, a quien aprecio enormemente– sino porque llegan de la mano de una estructura donde se vota según las órdenes que reciben o las conveniencias coyunturales. El voto de la UCR contra la estatización de las AFJP o los reiterados votos del PJ a los superpoderes son claras pruebas de ello. Mañana pueden votar todo lo contrario si así se lo ordenan. No es exageración: hace 15 años votaron a favor de las privatizaciones los mismos que ahora aplaudieron la reestatización de Aerolíneas o las jubilaciones.
5 – El PS muestra coherencia en el Congreso. El bloque socialista tiene una conducta coherente para mostrar en el Congreso Nacional. No necesita sobreactuar su oposición. No integra ningún “frente del no”, y por eso tiene la independencia como para acompañar las iniciativas positivas, como el traspaso de las AFJP al Estado, y reclamar que se respete el 82% móvil para nuestros jubilados, porque es inmoral que habiendo recursos no se pague una jubilación digna, y en cambio se usen los fondos de la Anses para pagar deuda externa o para que los pudientes se compren un cero kilómetro.
6 – El PS defiende a los entrerrianos. Con la misma coherencia, el bloque socialista se ha opuesto a los aspectos negativos de este gobierno. Por dar un solo ejemplo, fue el diputado Viale quien denunció que en el Presupuesto 2009 no figuraban los fondos para el dragado del río Uruguay. En cambio, los integrantes de la lista del PJ, como la señora de Busti, votaron calladamente todas las leyes del kirchnerismo, tanto los presupuestos como los superpoderes, año a año invariablemente. Este año se pagarán 12.000 millones de dólares de deuda externa, mientras se sigue profundizando la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. En el PJ hay un doble discurso, se dice una cosa en Entre Ríos y se vota otra en Buenos Aires.
7 – Los socialistas asumen compromisos y rinden cuentas. Los candidatos por el Partido Socialista de Entre Ríos asumieron un compromiso con la ciudadanía, a través de diez puntos básicos que impulsarán en el Congreso, y que tienen como prioridad recuperar el federalismo y superar las desigualdades que hacen sumergir a miles de entrerrianos en la pobreza. Sería imposible resumirlos aquí (pueden verse en www.psentrerios.org.ar). Ese compromiso es la guía de su acción. Los socialistas que ocupan lugares públicos rinden cuentas y pueden mostrar su accionar sin esconderse.
8 – Es el mejor momento del PS. Desde hace casi 20 años, se viene demostrando en Rosario que es posible gobernar con eficiencia y solidaridad, sin un solo caso de corrupción. Con funcionarios que están para servir a la comunidad y no para servirse de ella. Esa es la razón por la que los santafesinos confiaron en un socialista para gobernar su provincia. Y la gestión que encabeza Hermes Binner, honrando ese compromiso, ya comenzó a dar muestras de que se puede, cuando los ejemplos de decencia y austeridad se dan de arriba hacia abajo. Votar diputados socialistas contribuye a que Binner se consolide como presidenciable para el 2011.
9 – Es necesario que Entre Ríos rompa el bipartidismo. Los aparatos del PJ y la UCR, están vaciados de contenido, vaciados de propuesta, vaciados de militancia. Les da lo mismo si arriba está Menem, Duhalde o Kirchner, en el primer caso; o si el candidato es López Murphy, Lavagna o Carrió en el otro. Muestran su agotamiento definitivo, y que hace mucho dejaron de expresar los intereses populares. Se requiere de una organización política confiable, moderna, democrática, pluralista y de izquierda, capaz de encabezar un gran Frente Progresista en Entre Ríos. Esa es la apuesta del PS desde hace tiempo, y puede ser el gran emergente de esta elección, si el voto ciudadano la acompaña.
10 – No se puede esperar un cambio si hacemos siempre lo mismo. Es posible recuperar el rol de los partidos políticos, no como agencia de trabajo o como club de amigos, sino como herramienta de transformación social. Es posible hacer política de otra manera, con un programa que actúe como contrato electoral entre representantes y representados. Es posible modificar la composición del Congreso no para que haya más manos levantadas a control remoto, ni para hacer oposición por la oposición misma, sino para respaldar lo que vale la pena, y cuestionar lo negativo, proponiendo alternativas.
Por estas diez razones (y seguramente otras más) muchos entrerrianos y entrerrianas darán su apoyo al PS. Si queremos que las cosas cambien, no hagamos lo mismo de siempre.