El funcionario se presentó ante las comisiones de Transporte y de Defensa del Consumidor de la Cámara de Diputados, presididas por los massistas Facundo Moyano y Liliana Schwindt –respectivamente-, en la sala de reuniones del Anexo C.
Durante una hora y media, respaldado en un Power Point, Dietrich dio un detallado informe donde abundó en cifras de inversión en el servicio y se refirió a la herencia del gobierno anterior en el área, para luego responder preguntas de la oposición, que se quejó por el poco tiempo disponible.
Desde el Frente para la Victoria-PJ, Rodolfo Tailhade observó que “el presidente jamás viajó en Aerolíneas hasta que tuvo que volver de España porque estalló el escándalo de Avian”, y concentró sus dudas en el vínculo de la empresa low cost Fly Bondi –la otra adjudicataria de un gran porcentaje de rutas- con el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.
Tailhade –impulsor de la investigación penal junto a su par de La Cámpora Juan Cabandié- presentó días atrás ante el juez Sergio Torres una ampliación de esa denuncia pidiendo imputar a Quintana por su relación comercial con Richard Guy Gluzman, uno de los titulares de Fly Bondi.
En esa causa ya fueron imputados por el fiscal federal Jorge Di Lello el propio Dietrich y el presidente Mauricio Macri, quien ante un nuevo escándalo -que se suma al acuerdo con el Correo- decidió frenar la participación de Avianca y Fly Bondi en el mercado aéreo hasta tanto no haya un régimen para evitar casos de conflictos de intereses.
El ministro de Transporte fue irónico y celebró el “espíritu investigativo” del diputado. “Hubiese sido bueno que ese espíritu también haya sido puesto en otras cosas”, retrucó, al poner como ejemplo que “el 80% de las obras de Santa Cruz se las daban a (Lázaro) Báez”.
Dietrich explicó ante los diputados que hoy “la ley contempla una audiencia pública donde cada empresa presenta su plan de negocios, qué rutas quiere volar, y la Junta Asesora del Transporte Aéreo (JATA) dictamina y decide qué rutas autoriza”; luego esa junta “le manda la información al Ministerio de Transporte y después la empresa tiene que presentar su capacidad técnica”.
En tanto, negó que la salida de Isela Costantini de Aerolíneas Argentinas haya sido producto de diferencias en torno a la participación de las firmas low cost en perjuicio de la aerolínea de bandera, hoy en manos de Mario Dell’Acqua.
“Isela no tiene nada que ver con ninguno de estos temas”, aclaró el ministro, y amplió: “Isela ingresó al equipo al comienzo de la gestión. Le dijimos el plan que habíamos diseñado, cuyo eje central era y es Aerolíneas, que tenía que ser autosustentable en 2019. Ese es el plan que llevamos a cabo desde el primer momento”.
El titular de la cartera de Transporte dijo que el Gobierno se encuentra “en pleno trabajo” por la nueva normativa para evitar casos de conflictos de intereses –que sería plasmada en dos decretos, según anunció Macri en la Asamblea Legislativa del 1ro de marzo-.
“Antes de fin de mes ya estará en funcionamiento”, adelantó, y agregó que el nuevo régimen “es algo inédito en el país, que no existe en Latinoamérica”, y significa “una capa más de transparencia
sobre lo que estamos haciendo”.
El incremento en los peajes –desde el 70% a más del 100%- fue otro de los temas de la jornada, aunque en este caso Dietrich se excusó de responder, y las explicaciones quedaron a cargo del director de la Dirección de Vialidad Nacional, Javier Iguacel.
“¿Tienen consciencia de este aumento?”, lo acorraló Schwindt, pero Iguacel buscó minimizar la cuestión y aclaró que “hay una confusión de la opinión pública sobre el aumento los peajes”, ya que éstos “no aumentaron, sólo aumentaron los accesos a Buenos Aires”.
Casi al final de la reunión, Dietrich dejó una importante definición: anunció que “no va a haber ninguna variación del transporte por ahora”, y aclaró que se seguirán manteniendo los subsidios, que en el Área Metropolitana son de “más del 60%” para colectivos, y en el caso de los trenes “superan el 90% de la tarifa”.
De todos modos, el ministro dejó al menos dos de las preguntas de Schwindt sin responder: por qué “no se hacen más controles en el transporte automotor de pasajeros” y “cuánto invirtieron las empresas” de colectivos para mejorar el servicio.
Al iniciar su informe, Dietrich denunció que, al momento de asumir el gobierno de Cambiemos, se encontró con una red vial cuya situación es “catastrófica”, con “sólo 2800 kilómetros de autopistas”, y agregó que “el 40% de la red está en muy mal Estado”.
Dietrich informó que en 2015, el presupuesto asignado a la Dirección de Vialidad Nacional fue de 20 mil millones de pesos, y que había deuda con las empresas constructoras de 14 mil millones de pesos, que “genera incertidumbre”, dado que “no hay previsibilidad” en torno al avance y concreción de las obras.
Durante su informe inicial, el ministro cometió un acto fallido que le costó sospechas de la oposición: sostuvo que el Plan Nacional de Transporte e Infraestructura “plantea una inversión de 33 mil millones de dólares en 4 años, donde hay una participación mayormente privada… perdón, estatal”. Enseguida se corrigió, pero, ante los murmullos en la sala, respondió a los diputados: “Están los números acá, no sean infantiles”.