Durante la audiencia, que presidió el juez de Menores, Rodolfo Jauregui, el menor, quien era amigo de la víctima, asistido por el defensor oficial, recibió la prisión preventiva. No se conocen a ciencia cierta los motivos del homicidio pero los investigadores creen que se trató de un desenlace violento de una discusión mientras ambos habrían estado ingiriendo alcohol. Ahora el Copnaf debe determinar donde será enviado el menor para cumplir con la pena aunque se descuenta que será internado en algún instituto de menores en la provincia.
El miércoles a la tarde, en una vivienda ubicada en la zona de Calle 58 y Cortada 142, Barrio Constitución, una mujer que se encontraba haciendo quehaceres domésticos halló el cuerpo sin vida de Cóceres, en el interior de una heladera en desuso. Cóceres se domiciliaba en ese lugar, donde también habita su hermano de 35 años, la mujer que lo encontró y una pareja con una pequeña hija. El occiso tenía problemas de motricidad. Guerrero dijo en un primer momento tener la certeza de estar frente a un homicidio dado que el cuerpo presentaba golpes.
La Policía brindó este mediodía un relato completo de los hechos que se investigan.La cuñada de la víctima, llamada Alejandra, se había retirado del domicilio el martes, alrededor de las 20 para realizar tareas de panadería y regresó alrededor de las 8 de la mañana del día siguiente pero no vio a Leonardo, lo cual no le llamó la atención ya que este solía salir. El hermano, llamado Javier dijo que se había acostado a descansar aproximadamente a las 24, viendo que Leonardo se hallaba sobre el portón de acceso, tomando vino y sidra en compañía de dos amigos: un menor, de 16 años, y otro llamado José María, de 27.
El menor portaba en sus manos un rebenque o arreador, con cabo de madera. José María se retiró alrededor de las 2, quedando en el lugar solamente Leonardo y el menor. En tanto, el menor dijo al fiscal que esa madrugada, alrededor de las 4 se habría hecho presente una moto con dos masculinos, quienes intentaban saldar una deuda monetaria con Leonardo, se produjo una violenta discusión y ambas personas con el arreador golpearon a la víctima y a él lo amenazaron con un arma, obligándolo a introducirlo nuevamente a la vivienda para luego meterlo en el interior de una heladera en desuso.
La víctima presentaba un fuerte golpe en la cabeza y otros golpes defensivos, especialmente en brazos y hombros; aunque el mismo no habría sido suficiente para causarle la muerte. Además quedaban dudas sobre la versión del menor. Los investigadores se preguntaban quien sabía de la existencia de esa heladera en desuso. Y si las personas que involucró directamente el menor conocían el interior de la vivienda y de la heladera.
No obstante ello, el jueves 5 en horas del mediodía, por disposición del Juzgado de Garantías se realizaron allanamiento en los domicilios de los tripulantes de la moto, ambos mayores de edad. Los procedimientos tuvieron resultados positivos y se secuestraron algunos elementos de interés para la causa. Los masculinos fueron correctamente identificados.
Sin embargo, el viernes 6 personal de la División Investigaciones, visitó nuevamente al menor en su domicilio con el fin de clarificar algunos puntos de interés para la causa. Es allí cuando toman conocimiento de que el padre del menor había sido agredido la noche anterior y tenía intenciones de mudarse del barrio debido a que temía por las represalias. Esta situación, precipita los hechos y Mateo, viendo en peligro la integridad física de su familia, se quiebra delante de su madre y reconoce la propia autoría del crimen.
Por lo mencionado se trasladó al menor junto a su madre hasta la fiscalía interviniente y admite que esa madrugada cuando quedo solo con la víctima, Leonardo le tiró con una botella de sidra, él la esquivó y en forma instintiva se defendió con el rebenque que tenía en su poder, asestándole dos golpes que lo hicieron caer y desmayar. Al no saber qué hacer lo introdujo en la casa, cargándolo en brazos, ya que era liviano y lo dejo en el interior de la heladera.