El meteorólogo Héctor Padilla -de la consultora Eco Met- manifestó que “hacía mucho que no se sentía esta continuidad de tiempo con tanto frío; por lo tanto ya nos habíamos olvidado, nos habíamos desacostumbrado”. Y explicó que este invierno fue más crudo que los anteriores “porque todos los sistemas de aire frío polares ingresaron al Noreste argentino. Si llegaron a cubrir esa zona, significa que cubrieron todo el país”.
Padilla adelantó que el frío intenso continuará durante todo el mes de agosto y una parte de septiembre, y que habrá heladas fuera de época. “Las heladas son comunes durante los primeros quince días de agosto y, en menor medida, durante el resto de ese mes. Pero este año es probable que haya heladas en septiembre”, dijo.
Todo esto, a pesar de que por la época del año se podrían esperar temperaturas más agradables. Es que en este momento del año, “progresivamente se va calentando el ambiente. Cada día ganamos uno o dos minutos de sol, y así hay mayor calentamiento diurno y el aire frío dura un poco menos de tiempo”.
Anormalidades
Después de un septiembre probablemente más frío que el de los años anteriores, Padilla adelantó que se espera que en el último trimestre de 2007 “la temperatura se vaya acomodando a la normalidad”. Esto quiere decir: jornadas cada vez más templadas; y mayor frecuencia de días con condiciones de inestabilidad y tormentas.
A pesar de que compartió con su pronóstico, Padilla fue cauto y manifestó que “nadie tiene claro qué va a pasar; porque se están produciendo cambios climáticos con tanta rapidez que es difícil determinarlos”.
Entre los fenómenos difíciles de pronosticar, el meteorólogo mencionó las anormales lluvias caídas durante los meses de marzo, abril y mayo pasado; las dos semanas a principio de junio que en nuestra ciudad no asomó el sol ni un rato; y la crudeza del invierno actual. “Esas cosas no se esperaban y ocurrieron; por eso ahora no podemos decir un pronóstico con total seguridad”.
Casi treinta años atrás
El responsable del área de Meteorología del INTA Oro Verde, José Saluso, indicó que condiciones climáticas similares a las de este año se dieron en 1988. “Nos habíamos olvidado, pero no hace tanto que se dio un escenario parecido a éste”. Es por eso que, recalcó, la situación actual “no es excepcional”, sino que ya se han dado de manera semejante. Saluso también se refirió a la escasez de precipitaciones. Y dijo que “en junio y julio, del total normal esperado, llovió sólo el 40 %. De ese total de agua caída, el 98 % se dio en junio. Esto generó preocupación en el campo porque los primeros centímetros de superficie de los suelos se habían agotado, lo cual trajo aparejado dificultades en la siembra”.