Al igual que los ex presos políticos que declararon ayer (César Manuel Román, Roque Edmundo Minatta y Juan Carlo Romero) Rodríguez y Baldunciel también estaban cursado sus estudios secundario cuando una patota irrumpió en sus casa y sin mediar ninguna orden judicial lo llevó por la fuerza al centro clandestino de detención y tortura que funcionaba en el edificio de de la Policía Federa ubicado sobre calle San Martin. Al respecto Carlos Rodríguez afirmó “a la mañana en la policía se hacían los pasaporte y los documentos y para que nadie se enterara que estábamos detenidos nos mandaban al garaje” y remató “el problema era a la noche cuando llegaba la hora de los interrogatorios”. Un dato particular de la fecha es que Carlos Atilio Martínez, el último en declarar lo hizo sólo adelantes del tribunal y de las partes de la causa. Previa notificación y aceptación de Liliana Carnero la presidenta del tribunal.
Carlos Rodríguez fue el primero en contar como se sucedieron los hechos en aquel invierno de 1976 en Concepción del Uruguay: Dijo que él estaba cursando el quinto año en la Escuela Normar con Roque Minatta (declaró ayer) y que juntos participaba activamente de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) generando distintas actividades políticas y culturales, como la organización de recitales o de encuentros deportivos; al respectó remarcó “En el marco del golpe militar todas estas actividades se cortaron”.
Rodríguez también contó detalladamente como fue el día en que lo detuvieron: “El lunes 18 de julio cundo estaba por cenar escuche que golpearon la puerta. Fui a atender y me encostré con que era Peluffo”. Aquí Rodríguez aclara que él lo conocía a Peluffo ya que este también participaba de las reuniones de la UES. “Lo invite a que pase pero Peluffo me dijo que saliera. Al salir se me aparecieron dos hombres que me agarraron del brazo y me subieron a un auto” Comentó Rodríguez, quien también dijo que quienes los secuestraron eran César Rodríguez alias el moscardón verde y Mazzaferri. Di ahí lo trasladaron, junto con Peluffo, a la dependencia de la Policía Federal de Concepción del Uruguay, donde quedaría privado ilegalmente de la libertad hasta el martes siguientes.
Rodríguez afirmó que los días en la dependencia policial serian horribles, ya que todas las noches lo interrogaban a golpe y con constantes amenaza, le preguntaba sobre la existencia de un mimeógrafo y unos volantes en contra del golpe . Sobre esto Carlos dijo “No sabía dónde estaba en mimeógrafo y muy probablemente si hubiera sabido lo hubiera dicho”; y sentenció “Yo creo que si el volante no hubiera existido la detención y la tortura se hubiera producido igual. No se trató de la noche del mimeógrafo, sino la noche de los argentinos”.
La victima también aporto detalle sobre el funcionamiento del cetro clandestino de detención y tortura que operaba en la Policía Federal de Concepción del Uruguay y dijo “por la mañana en la policía se hacías los pasaportes y los documente y para que nadie se entere de que nos tenían secuestrado nos mandaban a un garaje”.
Rodríguez al igual que Baldunciel (el segundo en declarar) pasaron ocho noche en la Policía Federar sin que les permitan dormir ni bañarse y dándole muy poca de la comida que le acercaban los familiares. Ambas víctimas coincidieron en que quienes encabezaban el grupo de tarea que los secuestró y torturó eran: Julio César Rodríguez alias el moscardón verde (suboficial que prestó servicios en la delegación de Concepción del Uruguay de la Policía de Entre Ríos), Mazzaferri (que se encuentra prófugo de la justicia), una persona a la que le decían el cordobés a la que no pudieron identificar y un quinto del cual tampoco sabe el nombre, pero que le decían el machado por una marca en su rostro.
Finalmente uno de los policías les dijo que se bañara y afeitaran, que iba a haber una novedad. A la tarde se hizo una junta con las tres fuerzas, estaba (Raúl) Schirmer, el jefe de Prefectura, (Jorge) Vera y Ceballos. Estaban nuestros padres y Schirmer empezó a hacer todo un sermón.
Decidieron ponernos en libertad, bajo un régimen vigilado, con la firme amenaza de que íbamos a volver en caso de que incumpliéramos”, refirió Baldunciel.
Los testimonios de los dos ex presos políticos tuvieron varios puntos en común. A los dos los fue a buscar a su casa un grupo de tarea (los dos pudieron reconocer como uno de sus captores a Rodríguez, alias el moscardón, que se encontraba en la sala del juicio y fue identificado por ambos).
En el arranque de la audiencia de hoy Francisco Crescenzo, uno de los imputados, pidió ausentarse de la sala, acusando no estar en condiciones de escuchar los testimonios. Para mañana se espera que declares a partir de las diez Hugo Emilio Angerosa, José Pedro Peluffo y Jorge Orlado Felguer.