“EL MANCHADO” RODRIGUEZ
Según los dichos de Iparraguirre a DIARIOJUNIO, la secretaria del Tribunal Oral Federal de Paraná, Beztríz Zuki, era la encargada de enviar un exhorto a los tribunales federales de C. del Uruguay con el objeto que el fiscal determine si lo amerita e inicie las actuaciones que correspondan en el caso en el que aparece involucrado “El Manchado” Rodríguez.
Es que, luego de las testimoniales se desprende de las audiencias de debate que “El Manchado” habría tenido participación en los violentos hechos posteriores al golpe de 1976.
Recién ahora lo han podido identificar al “manchado” (sobrenombre producto de una mancha en su rostro), pues hasta ahora, solo aparecía en la causa con ese sobrenombre, pero nadie había podido determinar de quién se trataba realmente. Ahora y luego que varios testigos lo vieron en C. del Uruguay, aparece mencionado e identificado con el apellido Rodríguez (sin que hasta ahora se conozca su nombre de pila).
A esa persona identificado como Rodríguez, se la habría visto trabajando en la concesionaria de la firma Peugeot de León Banchik, una de las más importantes de la ciudad. Incluso, se asegura también que el “manchado” actuaría como notificador de la Policía Federal, en rigor, una actividad que la policía Federal habría ofrecido a los jubilados de la fuerza.
Según las testimoniales a Rodríguez se lo sindica como integrante de la patota de la Federal y uno de los hombres que presenciaba las sesiones de torturas.
En estos días puede haber novedades ya que, si el fiscal evalúa que efectivamente su participación lo compromete en delitos de lesa humanidad puede ordenar su detención inmediata.
CABRERA Y SU DENUNCIANTE…
Uno de los principales testigos de la última audiencia en la causa Harguindeguy, fue Carlos Martinez Paiva, quien sorprendió a la audiencia ante su pedido de declarar sin testigos.
En una entrevista posterior a su testimonial concedida a DIARIOJUNIO, Martínez Paiva explicó que, como debía describir en ese interrogatorio las torturas que había padecido, las cuales lo llevaron a estar muy cerca de la muerte, según sus propias palabras, prefirió que no hubiera público presente.
En la entrevista y en relación a la denuncia contra Cabrera, fue más específico al decir… “El 1º de Julio de 1980 en un operativo comandado por el director de informaciones de la departamental Uruguay de policía de Entre Ríos, Orlando Félix “nachito” Cabrera, quien después fue, nos cuenta el testigo “jefe departamental de policía de Concepción del Uruguay en los ´90, hasta que cayó abruptamente por un delito que cometió” según relata Martínez Paiva, Cabrera no se desvinculó del poder con ese episodio, sino que después, “fue jefe de seguridad de las canchas del Club de Esgrima de Concepción del Uruguay, del que Lauritto fue presidente, y llegó a ser una persona de mucha confianza de él, al punto que lo hemos visto manejando su auto”. En rigor, el secuestro de 1980 no forma parte de la causa que se sigue en el Tribunal Oral Federal, motivo por el que cabrera tampoco se encuentra imputado, pero Carlos tiene una explicación para esto: “Yo a cabrera lo denuncié por mi secuestro, y la causa duerme en los cajones del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, y no me extraña que así sea, porque Laurito también fue funcionario judicial de ese juzgado durante la dictadura”. Al ser consultado por DIARIOJUNIO respecto de cuando fue la última vez que pudo constatar la relación entre Cabrera y Lauritto, Martínez Paiva aclaró; “En Concepción del Uruguay todo el mundo lo sabe, yo personalmente la ultima vez que lo vi manejando el auto de Lauritto, era cuando todavía era vicegobernador pero no hace mucho”.
LAURITTO : “de este tema no voy a hablar en este momento”
Luego de esta nota, DIARIOJUNIO intentó entrevistar al ministro José Lauritto y pese a que a esta declaración no lo deja bien parado, prefirió no hablar, en un brevísimo diálogo telefónico, nos dijo “de este tema no voy a hablar en este momento, podríamos acordar una entrevista posterior, no ahora”.
En vez de Lauritto quien habló fue un periodista de esa ciudad, Américo Schvartzman, quien se animó a poner en dudas las palabras del denunciante y víctima Martinez Paiva.
En una nota publicada en El Miércoles http://www.miercolesdigital.com.ar/?ID=36105
Schvartzman dice textualmente en su nota…
“Se presentaron vestidos de civil en casa, planteando que eran enviados por el Ejército y que necesitaban revisar la casa. Estaban de civil y no había ningún vehículo en la puerta de mi casa. Estuve discutiendo fuertemente con ellos, me preguntaron qué opinaba de ellos y les dije: ‘miren, ustedes son unos idiotas útiles, tienen cerebro de mosquito, no saben las consecuencias de lo que están haciendo’. Me dijeron: ‘Bueno, pero nosotros tenemos poder y nos manda el Regimiento. Mejor abrí la puerta de la casa porque de lo contrario van a venir del Regimiento y te van a tirar la puerta (…) Bueno, después de tanto discutir les abrí la puerta. Entraron, revolvieron y empezaron a cargar los libros en un Citröen 2CV que estacionaron frente a la puerta de mi casa. Y luego me llevaron a la Policía Federal (…)”
Este es el relato periodístico de Carlos Martinez Paiva, contando la acusación que compromete a un estrecho colaborador del ministro de Educación José Eduardo Lauritto. Si no fuera que el propio Paiva lo contó así en Radio 9 en Concepción del Uruguay, uno creería estar frente a un relato de ficción grotesca: un grupo de tareas que anda a pie, que pide permiso al secuestrado para entrar a su casa, que discute con él, admite insultos y hasta le explica –sin golpes ni maltratos– por qué le conviene abrir la puerta, y que a último momento consigue ¡un 2CV! para trasladar los materiales secuestrados y al detenido. Créase o no.
La justicia deberá evaluar cuánto compromete esta “denuncia” a los denunciados, pero mientras tanto, el escándalo político crece, en el marco de un gobierno que ha hecho de los derechos humanos una bandera y un compromiso central, al menos en lo que se refiere a los sucesos del pasado”.
