Himno Nacional Argentino (versión original)
Oíd mortales el grito sagrado
Libertad, libertad, libertad
Oíd el ruido de rotas cadenas
Ved el trono a la noble igualdad
Se levanta en la faz de la tierra
Una nueva, gloriosa nación
Coronada su sien de laureles
Y a sus plantas rendido león.
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir
Coronados de gloria vivamos
O juremos con gloria vivamos
O juremos con gloria morir.
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
La grandeza se anima en sus pechos;
A su marcha todo hacen temblar
Se conmueven del Inca las tumbas
Y en sus huecos revive el ardor
Lo que va renovando a sus hijos
De la Patria el antiguo esplendor.
Pero muros y sierras se sienten
Retumbar con horrible fragor
Todo el país se conturba por gritos
De venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
Escupió su pestífera hiel
Su estandarte sangriento levanta
Provocando a la lid más cruel.
¿No los veis sobre México y Quito
Arrojarse con saña tenaz?
¿Y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
Lutos y llantos, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
Todo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve argentinos
El orgullo del vil invasor
Vuestros campos ya pisan cantando
Tantas glorias hollar vencedor
Más los bravos, que unidos juraron
Su feliz libertad sostener
A estos tigres sedientos de sangre
Fuertes pechos sabrán oponer
El valiente argentino a las armas
Corre ardiendo con brío y valor
El clarín de la guerra, cual trueno
En los campos del sud resonó
Buenos Aires se pone al frente
De los pueblos de la ínclita unión
Y con brazos robustos desgarran
Al ibérico altivo león.
San José, San Lorenzo, Suipacha,
Ambas Piedras, Salta y Tucumán
La colonia y las mismas murallas
Del tirano en la banda oriental
Son letreros eternos que dicen
Aquí el brazo argentino triunfó
Aquí el fiero opresor de la Patria
Su cerviz orgullosa dobló.
La victoria del guerrero argentino
Con sus alas brillantes cubrió
Y azorado a su vista el tirano
Con infamia a la fuga se dio
Sus banderas, sus armas se rinden
Por trofeos a la libertad
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
Trono digno a su gran majestad.
Desde un polo hasta el otro resuena
De la fama el sonoro clarín
Y de América el nombre enseñado
Les repite mortales oíd:
Ya su trono dignísimo abrieron
Las provincias unidas del Sud
Y los libres del mundo responden:
Al gran pueblo argentino salud.
El contenido de la letra, tan apropiada para apasionar y enardecer el fervor del pueblo en tiempos de guerra, con el pasar de los años, generó cierto malestar en España. Es así que el 30 de marzo de 1900, el presidente Julio Argentino Roca firma un decreto, ordenando que en los actos oficiales se canten solo algunos versos y el coro. El decreto sostiene: “El himno nacional contiene frases que fueron escritas con propósitos transitorios, las que hace tiempo han perdido su carácter de actualidad, tales frases mortifican el patriotismo del pueblo español y no son compatibles con las relaciones internacionales de amistad, unión y concordia”. La versión abreviada, en que se omiten las palabras más duras hacia España, después del decreto de Roca, es la que se canta en la actualidad.
El decreto de principios de Siglo XX nos retrotrae a una frase expresada hace pocos años por un presidente argentino, en un acto del 9 de julio, ante la presencia del rey (emérito) de España: “Deberían tener angustia de tomar la decisión, mi querido rey, de separarse de España”. Esto es lo que en historia se llama “continuidades”
Tal vez, leer la letra de la versión original nos remita, metafóricamente, al avance del colonialismo con la colaboración cipaya sobre América del Sur. Si bien, es otro el contexto histórico, en que el colonialismo tomó otras formas, estas recaen sobre los más débiles y hambrientos de la región. Ya no oprime con guerras ni batallas, sino con políticas económicas que excluyen a los más desposeídos y alientan la generación de pobreza.
Hace más de un siglo, Roca, emblema de un modelo ideológico que atravesó la historia argentina y que pervive aún en el siglo XXI, pasado más de 100 años, para quienes la idea de autonomía política y económica es utópica, recortaron la letra del himno para no “ofender” al imperio mientras que el avance del enemigo, con otras armas, es implacable.
Tekoá. Cooperativa de Trabajo para la Educación.