La nueva conducción del Senado prepara para este lunes el envío de alrededor de 1.500 telegramas de despido y el titular de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero, denunció que “quieren hacer una carnicería” con los trabajadores.
La vicepresidenta Gabriela Michetti decidió iniciar con la depuración de los empleados que dejó como herencia Amado Boudou, más allá del resultado que arroje la auditoría que tendrá lugar este mes en convenio con la Universidad de Buenos Aires.
Quien llevó adelante las negociaciones fue el secretario administrativo del Senado, Helio Rebot, quien se reunió esta semana con Di Próspero para manifestarle sus intenciones e intentar llegar a un acuerdo, pero no se logró.
“El Pro quiere hacer una carnicería con los empleados del Senado. Si dicen que hay ñoquis, que los denuncien en la Justicia”, lanzó Di Próspero a parlamentario.com.
Rebot le habría concedido al titular de APL la posibilidad de elegir a qué empleados dar de baja, pero éste se negó de manera rotunda. “Vamos a defender a todos los trabajadores del Congreso”, fue lo que respondió.
Los telegramas irán dirigidos a personal de todos los sectores, tanto de planta permanente como transitoria, y bajo contrato de locación de servicios.
El hecho se da luego de que APL, en conjunto con ATE y UPCN, coparan el Salón de Pasos Perdidos ante la versión de que el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, pretendía dejar sin efecto el pase a planta permanente y recategorización de alrededor de 600 empleados.
