El presidente de la Fecier (Federación del Citrus de Entre Ríos), Julio Jaime, indicó que el análisis técnico es claro. “Nunca podés devaluar cuando tenés inflación porque a los 30 o 60 días estás en el mismo problema o más grave que tenías anteriormente”, dijo. En consecuencia, el razonamiento es que es “imposible devaluar” en las condiciones actuales.
Al mismo tiempo, señaló que “hay que entender” al productor chico, mediano y grande y al exportador cuando hablan de devaluación porque están viendo como solucionan su crisis y ven que la forma es modificar el tipo de cambio. “Pero ahondan el problema en el corto plazo, ni siquiera en el mediano”, indicó.
Jaime indicó que un análisis de una devaluación excede el terreno de la citricultura. “Son los argentinos”, dijo. Por ello, separó la visión de un dirigente de una entidad gremial o un funcionario político y justamente señaló que es la que debe primar por sobre quienes “están metidos en la crisis”. Sin embargo, señaló que cuando "estás en la lona", lo único que se analiza es como sostener la actividad y como seguir para adelante.
Por otra parte, el titular de la Fecier indicó que hay otras variables que se pueden modificar respecto de los costos de producción sin tener que cambiar la cotización del dólar que mejor la rentabilidad de todas las economías regionales, no sólo las citrícolas. Entre ellas, aplicar subsidios para diversos costos: flete, combustibles, agroquímicos, fertilizantes, etc. “Si modificas esos elementos, no necesitas devaluar. Y no estás embromando a todos los argentinos asalriados”, dijo. En cambio, “una megadevaluación sólo resuelve algunos problemas para algunos y en general los algunos no muy poquitos y para los demás es un salvavidas de plomo”, consideró Jaime.
Otra posibilidad es devolver el IVA a los exportadores. “Se trata de millones de pesos para poner en tándem rápidamente a la gente del mercado interno como del mercado externo para vender las cosas en función de tener rentabilidad sin movilizar el dólar”, recalcó.
“Es un tema difícil pero son decisiones políticas que en este momento, frente a un cambio de gobierno es complejo. Yo pienso que se van a generar esos cambios sin devaluación y se va a recuperar la rentabilidad sin modificar el dólar para que los argentinos no se vean perjudicados, sobretodo los asalariados”, argumentó el responsable de la Fecier.
Por su parte, el ex presidente de la Fecier, Dante Grigolatto, indicó que un mejoramiento en el tipo de cambio beneficiaría a los productores y exportadores. “Reacomodaría un poco las exportaciones de las economías regionales que están bastante mal todas de todo el país”, sostuvo.
Pero aclaró que esa medida debería ir acompañada de un plan económico que frene la inflación. “Si devaluamos y volvemos a tener este nivel de inflación que tenemos ahora en los insumos y volvemos a caer en la misma huella. Con insumos caros, Argentina se vuelve cara para producir. Y eso a los productores obviamente no nos beneficia”, señaló.
Grigolatto explicó que los insumos los pagan con la cotización del dólar blue. “Cuando tenés que arreglar una herramienta o comprar un repuesto, los precios están al dólar blue y estamos vendiendo, los que exportan, al dólar oficial. Obviamente hay un gran desfasaje y es carísimo producir en Argentina”.
Por último, reiteró que se debería reconocer el “atraso cambiario”, achicando la brecha entre el dólar blue y el oficial, pero acompañado de un plan anti-inflacionario. Y sostuvo que el gobierno se equivoca al señalar que la industria va a sostener la Argentina. “Lo hemos demostrado que el campo cuando produce y requiere insumos que la industria produce, es el motor de la economía”, indicó.
“Cuando se vuelva a producir en los niveles de 2007 y 2008 cuando Argentina era uno de los mayores exportadores de cítricos, de mandarinas, del mundo realmente no alcanzaban los tractores, la maquinaria, ninguno de los insumos que producía la industria. A ese ritmo debemos volver más allá de que el mundo esté con problemas”, argumentó.
Grigolatto señaló que a pesar de la crisis mundial, las exportaciones de cítricos de Perú y Uruguay crecen. “Y nosotros hemos caído, relegados a las últimas posiciones”, indicó.
Por su parte, Pedro Chiarello, presidente de APAMA (Asociación de Productores de Arándano de la Mesopotamia Argentina), indicó que es un tema muy complejo. “Creo que lo que se necesita son una serie de medidas. Los que tenemos algunos años y hemos vivido devaluación e inflación y nuevamente estamos en lo mismo. Creo que no se puede hablar solamente de devaluación”, explicó. “Hablar así muy sueltamente de devaluación creo que no es conveniente. Tiene que haber un conjunto de medidas”, manifestó.
Por ello, en lugar de ajustar el tipo de cambio, Chiarello mencionó que se debería discutir un conjunto de medidas que permita al productor seguir reinvirtiendo y produciendo y al obrero llegar a fin de mes cómodamente.
“La devaluación solamente resuelve un problema momentáneo pero no es la solución definitiva. Sobretodo en una actividad como la nuestra, de mano de obra intensiva. Estamos hablando que la producción de arándanos dejaba para Concordia en jornales algo así como US$ 10 millones”.
“Desde 1975, desde el ‘Rodrigazo’ para acá, la experiencia indica que detrás de cada shock devaluacionista viene un shok inflacionario”, dijo el secretario de Producción municipal, Néstor Loggio. De manera que sostuvo que es erróneo pensar que una devaluación importante puede resolver un problema competitivo. “Ya está recontra demostrado que no es cierto”, indicó Loggio.
En tal sentido, mencionó que se debe buscar un tipo de cambio competitivo que permita colocar los productos en los mercados externos. El tipo de cambio debe ser administrado por el Estado para poder manejar los costos internos. Lo que se debe evitar es que haya un aumento generalizado de precios como los que sobrevienen a una escalada devaluacionista.
Loggio dijo que estaba muy contento por el planteo el candidato a presidente del FPV, Daniel Scioli, quien durante la presentación del programa económico dijo que “no esperen de el un shock devaluatorio porque no lo va a haber”.
En cuanto al tipo de cambio, mencionó que no puede estar muy atrasado porque “favorece a las importaciones y no a las exportaciones”. Eso iría en detrimento del país industrializado y la sustitución de importaciones. Para ello se necesita un tipo de cambio competitivo y administrado. Pero se necesita, al mismo tiempo, administrar el alza de precios.
“Esto seguramente vendrá hacia el futuro a partir de todo lo logrado en materia de salarios, consumo interno. Debe haber acuerdos de sectores que nos permitan mejorar la competitividad, los costos y los sectores productivos tendrán que tener mejor productividad. Desde el Estado se debe ayudar a los productores para encontrar financiamiento lo más barato posible para que se tecnifique y con tecnología y todo lo necesario para ser más competitivos. Necesitamos muchos más productividad en el sector citrícola”, expresó.
Loggio apuntó al diálogo de productores con el Estado para lograr mejorar la competitividad. “Creo que de esa manera cada sector productivo va a lograr mejorar sus costos y tener mayor rentabilidad. El desafío es ese; nunca devaluación”, señaló el funcionario.