La primera detención fue la de un menor de 18 años y se produjo el sábado a la noche. En tanto, anoche se produjeron las dos restantes. Se trata de otros dos menores hermanos entre sí, de 13 y 17 años, que se domicilian en una vivienda ubicada en Nogoyá y la vías del ferrocarril. Ambos se encontraban en el barrio “Toronjal” y, cuando advirtieron la presencia de un patrullero, huyeron pero fueron atrapados.
Aparentemente, una versión off the record, señala que la instigadora habría sido la madre de los hermanos, quien vivió en concubinato con Villalba hasta pocas semanas antes del crimen. Según la versión, los hermanos ingresaron al domicilio con la intención de apoderarse de $ 1700 y habrían confesado que el dinero no lo encontraron. Villalba se despertó y los perpetradores lo golpearon para que “se quedara tranquilo”. Pero “se les fue la mano”, señalaron en la Jefatura.
Es que la víctima recibió varios golpes en la cabeza, acostado sobre la cama. Uno de ellos fue propinado con tal fuerza y salvajismo que el jornalero perdió parte de su masa encefálica, que quedó esparcida sobre su cama.
Una versión que circuló entre los familiares sostiene que a Villalba los sujetaron entre dos y el tercero utilizó el canto de un hacha para asestarle los golpes. Pero Córdoba expresó que uno de los detenidos no ingresó a la vivienda, y que los autores del hecho habrían utilizado una “madera grande”, que aún no fue hallada, y la culata de un revolver 22, el cual ya fue secuestrado.
También encontraron ropa ensangrentada que había sido escondida en el fondo de un pozo negro de una vivienda. Se presume que es la que tenían los victimarios al momento de cometer el homicidio.
Para la Policía, el caso está resuelto y deducen que para las autoridades judiciales hay indicios suficientes que justifican la detención. Están a cargo de la investigación también el titular del Juzgado de Instrucción Nº 2, Horacio Garay, y el fiscal, Miguel Bressán. Córdoba destacó la labor de la comisaría 5º, a cargo del comisario Julio Ramos, y otros funcionarios policiales que trabajaron “sin descanso” durante 48 hs. para dar con el paradero de los autores del homicidio.
