En una entrevista radial el presidente del Concejo Deliberante de Federación, Adolfo Gilabert, responsabilizó al intendente Manuel Abreu y a su secretario de gobierno, Carlos Gómez, por la persecución política de los funcionarios y empleados municipales que apoyaron la lista 33, que en la interna del pasado 7 de agosto impulsaba la candidatura de Marcelo Casaretto a Diputado Nacional.
Comenzó hablando sobre los movimientos que se decidieron en el ámbito comunal, “incluso al secretario de turismo, Miller, que no trabajó para ningún sector, posiblemente, le cueste el puesto”, anticipó el presidente del legislativo a la vez que informaba que se le había pedido la renuncia al director de deportes, Daniel Gilabert, “quien había trabajado para la lista 33”.
Tal como lo había manifestado a este medio en ediciones anteriores, Gilabert insistió en el reportaje radial realizado por el periodista Jorge Carlos Ballay con que, “como peronista”, se sentía muy preocupado por la escasa concurrencia que registró la última interna. “Tenemos que sentarnos todos y verificar qué es lo que pasa”, propuso el Justicialista en referencia a su partido.
Más adelante pidió la renovación de la política y cuestionó que hay dirigentes del departamento que manejan al partido como generales, “todo tiene que estar bajo las órdenes de lo que dice el general”, puntualizando que “uno de ellos es el diputado Engelmann que no le permite a crecer a nadie”. Sobre el particular consideró que, pese a que fue por trece veces presidente de la cámara, “ha dejado mucho que desear, porque a Federación no trae absolutamente nada”.
En ocasión en que reconocía como un triunfo rotundo de la lista 2, sobre la lista 33, para la que él y su grupo trabajó, Gilabert repudió el hecho de que trabajadores municipales contratados hayan sido removidos de sus puestos de trabajo, como represalia por haber militado para la lista opositora, “como en aquella vieja época de la dictadura”, repudió.
Gilabert ratificó el argumento y agregó, “en cambio, los contratados que trabajaron para la lista 2 van a ser los premiados de este momento”, dijo e informó que para su lista hubo cuatro contratados que trabajaron en las elecciones de agosto, “de los cuatro hay dos que ya están siendo trasladados”, informó.
“A mi no me va a echar nadie”
Esa fue la frase que eligió para resistir al pedido formal de renuncia a su cargo como concejal, que le hiciera la militancia en la reunión del viernes, “el lugar que yo ocupo me lo dio la gente”, ratificó y expresó que el pedido fue erróneo, “eso es imposible”, exclamó y describió como una situación tragicómica la forma en que le plantearon la expulsión, “nos presentan una nota de militantes, pero claro, militantes presionados por dirigentes que en vez de sumar, restan”. Después agregó con desdén, “nos presentan en el partido como monigotes, al frente de todos, para que se nos rían, que no nos dejen hablar, que nos griten, que nos traten de traidores y de cualquier cosa”, manifestó en forma lapidaria.
De todas maneras dijo no culpar a la gente, a los 25 militantes que firmaron sendas notas, en la que solicitaban la expulsión de quienes habían estado con la Lista 33, incluido Gilabert y los funcionarios municipales, “es por el puesto de trabajo que lo hacen”, expresó en un tono comprensivo y sostuvo que se prestan a esas cosas para mantener su fuente laboral. Luego advirtió que este tipo de acciones está llevando a una anarquía total al partido. Anticipó también que elevará una nota como descargo al partido para aclarar la situación.
Cuando el periodista le planteó concretamente si estas diferencias pueden desembocar en la rotura del bloque de concejales Justicialistas, desestimó esta posibilidad y por el contrario definió a la relación con sus pares como, “muy buena”, “incluso lo aclaré en el partido, que si ellos necesitan que yo me baje a una banca, me voy a bajar”. En este sentido también adelantó que si fuera necesario, está dispuesto a formar un bloque unipersonal.
“Esta gente cometió el error más grande de su vida y no sé cómo lo van a reparar”, expresó cuando se le preguntó de qué lo acusan y reiteró a viva voz que no se irá del justicialismo.
Gilabert dijo no tener patrón y definió como su único patrón al pueblo y se declaró prescindente de dirigentes como Busti y Engelmann, “no hay nadie que me venga a manejar, a mi no me manejan ni con plata, ni con órdenes, yo voy con mis convicciones de peronista, en defensa de toda la comunidad y los intereses de Federación principalmente”, remarcó.
Más adelante se definió como un “verdadero peronista” y se extrañó por la dimensión que tomó esta interna, “no se porqué nos llevaron a esa situación, si no se ponía en juego la conducción, ni la gestión del intendente, ni del gobernador, ni del presidente”, dijo y desconcertado expresó, “ellos lo tomaron así”.
Ante la pregunta de cuál pude ser el escenario político para el 2006, si en una elección nacional se genera semejante persecución, “yo a esto lo estoy viendo para octubre”, respondió y consideró que el peronismo ya no sigue siendo el mismo, “esto no un peronismo verdadero, es algo nuevo que está surgiendo”.
Sin medias tintas, Gilabert habló concretamente de una división en el peronismo local y anunció el lanzamiento de una agrupación denominada “Renacer Justicialista”, informó sobre la habilitación de un local y anticipó que continuarán reuniéndose, “vamos a ir viendo qué es lo que hacemos, para ver qué es lo que pasa de aquí en más”, sostuvo con énfasis el presidente quien además recalcó que está dispuesto bajar a su banca si fuera necesario.
“La gente de Engelmann”
Consultado sobre cual habría los motivos que llevaron a su alejamiento con el intendente Manuel Abreu, el titular del Concejo Deliberante explicó que al ejecutivo “lo absorbió la gente de Engelmann y lo lleva a que cometa todos estos errores, como venganza por el revés electoral que recibieron con nosotros”, expresó para luego separar las aguas, “por eso el grupo que está conmigo se mantiene en la agrupación Renacer Justicialista y los únicos que se pasan del otro lado son el intendente y el secretario de gobierno, Carlos Gómez”, sobre éste último dijo que “está dejando mucho que desear y hay muchas sospechas de este señor secretario”, fustigó.
Gilabert sostuvo por último que ambos están respondiendo a los intereses del diputado Engelmann, “bajo presión de que no lo van a ayudar a gobernar”, indicó para después reprochar con vehemencia, “yo no sé qué temor le tienen si jamás recibimos nada de la provincia, por el contrario están retrasando todas las obras que estaban proyectadas desde años”