La impugnación con la que González espera salvarse de la derrota, fue porque las urnas de la provincia de Corrientes no llegaron dentro de las 12 horas estipuladas en los estatutos.
Según González fueron sus oponentes quienes plantearon el problema de la demora y hablaron de impugnación “a nosotros nos pareció bien y apoyamos” dijo a la prensa sin sonrojarse. En realidad, la lista encabezada por González había ganado en Corrientes solo que, los números no le alcanzaban para compensar la fuerte derrota sufrida en Concordia y la zona de Entre Ríos. Con la impugnación lo que pretende es anular todo y evitar tener que abandonar los privilegios de tantos años.
El sindicato de la fruta fue, sin dudas, el más importante sindicato ligado a la producción de la región, no solo por la imponente masa de afiliados que supo tener, sino porque la citricultura era la principal fuente de riqueza de toda la zona. Era a esta zona lo que los sindicatos ligados a la industria metal mecánica o automotriz eran a Córdoba o Santa Fe. Tanto la patronal como la burocracia sindical ponían especial cuidado en que esa organización no fuera copada por “agentes extraños”, léase las líneas sindicales combativas de la década del 70.
Hoy, tanto el sindicato como la producción citricola son solo una sombra de lo que fueron, de allí que tan pocos se hayan enterado que los obreros de la fruta estaban de elecciones y que a uno de los principales y últimos burócratas sindicales de Concordia se le estaban por quedar con el mandado.