¿Alguna vez pensó en la posibilidad de tener que mudarse del lugar donde vive como consecuencia del cambio climático? ¿En tener que migrar como resultado del aumento del nivel del mar, de la extensión de la sequía y las inundaciones?
Según un estudio del Banco Mundial, esta es la situación que van a vivir millones de personas de aquí al 2050. El estudio se hizo sobre seis regiones del planeta. Básicamente, es una proyección de los impactos climáticos por el calentamiento global.
La década 2020-2030 es la más decisiva de la historia para actuar frente al cambio climático. Hace ya tres décadas la comunidad científica advierte respecto a las terribles consecuencias que tiene nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza. Por eso, hace casi 6 años el mundo se comprometió en el Acuerdo de París a limitar el calentamiento global bien por debajo de los 2°C y hacer esfuerzos para no superar los 1,5°C sobre los niveles pre-industriales. Sin embargo, hoy nos dirigimos a un aumento de temperatura de 3 a 5°C.
Hablar de números puede sonar un tanto lejano y abstracto. ¿Cuál es la diferencia entre un mundo de 1,5, 2, 3 o 5°C? Cuando pensamos en cambio climático, no es cuestión de “un poco más de calor”, sino de concebir al Planeta como un complejo sistema en equilibrio, similar al de un cuerpo humano. Si la temperatura se altera, el Planeta está “enfermo”, tiene fiebre. En un Planeta con fiebre, sube el nivel del mar al punto de dejar países enteros bajo el agua, es cada vez más difícil producir alimentos, las sequías, inundaciones e incendios son más frecuentes e intensos, y los ecosistemas que nos mantienen con vida se alteran, generando una pérdida masiva de biodiversidad que puede causar nuevas pandemias.[1]
El estudio del Banco Mundial llegó a la conclusión de que 216 millones de personas van a tener que emigrar hacia otros lugares del interior de sus países como consecuencia de no poder subsistir económicamente en el territorio que habitan. Por un lado, de las áreas rurales a las ciudades por las sequías y, por otro lado, de las zonas costeras como consecuencia del aumento del nivel del mar. Estos impactos no son los que se aparecen a veces como huracanes, tornados o lluvias extremas que destruyen parte de una región, sino que son cambios de evolución lenta que, poco a poco, van dificultando la vida.
Las perspectivas dicen que el desplazamiento interno de personas provocados por el cambio climático aumentará en todos los países, pero afectarán en mayor medida a las regiones más pobres y vulnerables. El estudio del Banco Mundial también alerta que durante la próxima década ya podrían surgir puntos críticos de migraciones.
Sin embargo, el informe además destaca, que las predicciones no son inamovibles y que los desplazados climáticos podrían reducirse a solo 44 millones de personas, si los países comienzan a reducir de inmediato los gases de efecto invernadero.
La región con más desplazados climáticos internos sería el África subsahariana, que podría ver hasta 86 millones de personas en movimiento; seguida por el este de Asia y el Pacífico, con 49 millones; el sur de Asia, con 40 millones; el norte de África, con 19 millones; América Latina, con 17 millones; y Europa del Este y Asia Central, con cinco millones.[2]
La conclusión es que hay poblaciones enteras que ya no podrá vivir en su lugar, ni seguir con sus actividades habituales y, además, por todo ello, los países deberán prever y adoptar estrategias de planificación y gestión urbanística en términos habitacionales y en creación de puestos de trabajo, para poder resolver los problemas de los desplazados por el clima.
Las proyecciones para el futuro muestran las grandes diferencias entre países pobres y países ricos. La única respuesta para controlar los diversos impactos del cambio climático es un acuerdo global entre los mayores emisores de gas invernadero, que no son precisamente los países pobres.
Recordemos la pregunta inicial… Es difícil imaginarlo, pero el mundo está en alerta roja.
El colonialismo y extractivismo de recursos ambientales que han sufrido continentes como América y África por parte de Europa y Estados Unidos y el ocultamiento de datos que realiza la Unión Europea sobre su emisión de gases contaminantes, la utilización de agrotoxicos y la falta de compromiso por aquel Acuerdo de París, deben interesar para dar prioridad al legado ambiental que dejaremos a nuestros descendientes, porque la esperanza para los más jóvenes la tiene que dar esta generación.
Tekoá. Cooperativa de Trabajo para la Educación
[1] https://www.infobae.com/opinion/2020/12/10/a-cinco-anos-del-acuerdo-de-paris-sin-margen-para-falsas-promesas/