Desmienten que la muerte de peces en el lago sea por el frío

Tras enterarse hace ya casi dos meses de las primeras apariciones de especies icticolas muertas en las aguas del lago Salto Grande y escuchar las versiones oficiales de que el frío sería la causa del deceso, Grassini comentó que desde un principio “sonaba raro que el frío los afectara (a los peces) estando en el lago, porque contiene un volumen muy grande de agua que no se enfría muy fácilmente, o no lo hace en pocas horas o en extremos de provocar la muerte”, “Se puede enfriar la superficie, los lugares costeros o playos del lago, pero no todo el cuerpo del agua”, amplió. “Además, los peces no son tontos y se mueven hacia lugares donde el agua tiene mas temperatura” agregó.
Grassini contó que mientras estudiaba un campo de un amigo en una zona al sur de Federación, notó “olor a podrido” y recién ahí tuvo “una dimensión del desastre”. “No era como se informaba, que eran pocos peces. Vi miles y tengo las fotos”, detalló mostrándolas. “Vi mas de 30 especies muertas”. Este hecho, que ocurrió a principios de agosto, despertó su curiosidad como biólogo, ya que además notó la presencia de ranas muertas. “Eso indica algo, porque la rana se acerca al agua solo cuando hay suficiente temperatura. Cuando hace frío se oculta en refugios. Es decir, esto indica que murieron cuando hacía calor. Si murieron ranas, no lo hicieron por frío, porque además lo hicieron al mismo tiempo que los peces, ya que tenían el mismo estado de descomposición que ellos”, especificó.
“Yo he visto mortandades de peces grandes en el Paraná en la zona del Delta, y los que mueren son los que quedan atrapados en aguas playas, en aguas someras”, contó Grassini. “Y en esos casos los peces no mueren todos al mismo tiempo (lo contrario ocurrió en el lago Salto Grande), se encuentran peces muertos hace rato, recién muertos, moribundos u otros enfermos o debilitados que pueden sanarse si el calor viene rápido”. Además, expresó que –como se dijo desde organismos oficiales- el frío los mata “bajándoles las defensas”, pero que “las aletas, los bordes de las aletas, en los casos de frío, quedan como desflecadas, se empiezan a invadir por hongos o bacterias y después la infección avanza hacia el cuerpo. Cuando uno ve peces muertos por frío, está esa característica. Además el cuerpo del pez se descompone a distintos ritmos, y en estos casos (del lago) están descompuestos todos parejo, y no tiene las aletas desfelcadas”. Y fue mas claro aún: “la descomposición de los peces (muertos en aguas del lago) no se corresponde con el tipo de descomposición de un pez muerto por el frío”.
Al mismo tiempo, Grassini resaltó que en el lugar donde hizo estas primeras observaciones, “es una zona poblada, una zona de quintas y el primer sospechoso son las maquinas que se lavan en el lago, son los agroquímicos.”. En una posterior recorrida, llegando al norte de la ciudad (uruguaya) de Belen, pero sobre costas entrerrianas, notó pocos peces muertos en la costa y “la mayoría estaban comidos o mordidos, cosa que al sur de Federación no vi.”, dijo. “Cuando hay peces moribundos, otros, mas grandes intentan comerlos”. Pero yendo “un poco mas al sur de la horizontal con Belen, encontré peces muertos y ninguno de ellos comidos o mordidos. Esto ya me daba otra información”, expresó. Además dijo que se metió en las entradas que tiene el lago y “bien, bien adentro, donde la influencia del lago no es tanta, no encontré muertos, y justamente esos lugares internos de las entradas de agua, son los lugares mas playos, y si fuera el frío la causante, estos son los lugares que primero se afectan”.
“La principal masa de peces muertos está (o estuvo) ubicada a lo largo del curso de agua (por donde, antaño, era el cauce del río) y no adentro de los cursos secundarios”, sentenció el profesional. “Descarto totalmente que haya sido el frío la causa de la muerte”, remarcó. Incluso, para mas alarma, Grassini contó (y mostró las fotos) que se encontró un carpincho muerto “en el mismo estado de descomposición que surubíes que habíamos hallado cerca”. “Y gente de Federación me comentó es que hay nutrias muertas, aunque no lo pude comprobar”, señaló.
“Por las características de la mortandad, creo que se trata de un toxico”, aseguró. “Otra causa podrían ser explosiones, pero esto no creo que ocurra”, advirtió. Grassini dijo, además, que “esta semana (la pasada) no han vuelto a aparecer, pero uno no sabe si es porque ya no quedan o porque no hubo otro derrame”. “Con la cantidad de peces muertos que vi, por lo menos del lado argentino, hay una gran despoblación de peces”, subrayó.
Consultado sobre si el lavado de maquinarias agrícolas podría producir el fenómeno (aunque Prefectura lo niegue, el lavado de fumigadoras u otros implementos es una realidad constatable en la zona), Grassini dijo que “afecta, mata, pero en áreas muy localizadas, en un radio de no mas de 100 metros, y acá estamos frente a kilómetros (de superficie con peces muertos). A mi me parece que el problema está en el cauce principal, por donde corría el río, y aparentemente el problema estaría a al altura de Belen, pero tengo que recorrer mas para comprobar”, advirtió.
Por ultimo, ante la pregunta sobre la posibilidad de comer o no cualquier pieza icticola pescada en el lago, Grassini dijo que “yo esperaría un poco.”, y pidió que “los organismo oficiales hagan análisis serios de los cuerpos de los peces.” “Hay algunas sustancias toxicas que persisten, aunque no se si tenemos en Argentina los sistemas para detectarlos a todos”, remarcó.

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